El mandatario interino de Perú, Francisco Sagasti, dijo el martes que el asesinato de 16 personas por parte del grupo insurgente Sendero Luminoso «no quedará impune»; y exhortó a no usar la «tragedia nacional» con fines políticos a menos de dos semanas de la segunda ronda electoral presidencial.
La masacre, que incluyó a cuatro menores de edad a manos de los rebeldes que quemaron además varios cuerpos, ocurrió la noche del domingo en una zona remota del centro de Perú donde se produce la mayor cantidad de cocaína en el país.
El ataque fue perpetrado por una columna del denominado «Militarizado Partido Comunista del Perú», que agrupa a los remanentes de Sendero Luminoso y que actúa desde hace años en alianza con el narcotráfico en la zona, según la policía.
«Estamos haciendo todo el esfuerzo para desplegar a la policía y las fuerzas armadas de tal forma de combatir eficazmente y eficientemente a esta plaga, a esta pandemia», afirmó Sagasti a periodistas durante la entrega de un lote de vacunas contra el coronavirus.
Perú vivió durante las últimas décadas del siglo pasado un duro choque entre miembros de Sendero Luminoso y las fuerzas armadas y la policía, en un conflicto en el que murieron o desaparecieron 69.000 personas, según cifras oficiales.
Su líder, Abimael Guzmán, fue capturado en el 1992 y el grupo fue prácticamente derrotado. Pero sus remanentes se replegaron en una región llamada Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), área del tamaño de Puerto Rico donde brindan seguridad a los narcotraficantes y realizan esporádicos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
En el VRAEM se produce aproximadamente el 75 por ciento de la cocaína en Perú, que junto a Colombia con los mayores productores en el mundo de hoja de coca y de cocaína, según Naciones Unidas.
«Sabemos que es una zona agreste y difícil como muchas quebradas que los narcoterroristas conocen muy bien», dijo Sagasti, quien refirió que entre las víctimas había una niña de un año, otro de tres años y dos adolescentes. «Tengan la seguridad que este crimen no quedará impune».
El ataque se produjo a pocos días del balotaje presidencial del 6 de junio, en el que los peruanos elegirán entre el socialista Pedro Castillo, que marcha primero en los sondeos de intención de votos, y la derechista Keiko Fujimori.
Ambos candidatos condenaron el accionar rebelde, intercambiando acusaciones.
Durante la campaña electoral, Fujimori ha acusado al izquierdista Castillo de estar vinculado a grupos insurgentes. Keiko es hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori, que sus seguidores afirman derrotó al terrorismo durante su década en el poder, entre 1990 y el 2000.
«Esta es una tragedia nacional que ningún grupo político de ninguna orientación ideológica debería usar con fines políticos», declaró Sagasti.
«Ya lo descartamos en otras partes del territorio nacional hace muchos años, pero (Sendero Luminoso) continúa focalizado en un solo lugar y esperamos erradicar el terrorismo muy pronto con la acción decidida de las fuerzas armadas».