Los precios mundiales de los alimentos subieron por undécimo mes consecutivo en abril y tocaron su nivel más alto desde mayo de 2014, encabezados por el avance en el precio del azúcar, dijo el jueves la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El índice de precios de la FAO, que mide las variaciones mensuales para una canasta de cereales, oleaginosas, productos lácteos, carnes y azúcar, promedió 120.9 puntos el mes pasado frente a la cifra de marzo de 118.9 revisada desde 118.5.
La FAO, con sede en Roma, también dijo en un comunicado que los nuevos pronósticos apuntaban a un crecimiento de la producción mundial de trigo y maíz en la próxima temporada.
El índice de cereales tuvo un alza intermensual de 1.2% y una subida interanual de 26%. La inquietud por las condiciones agrícolas en Argentina, Brasil y Estados Unidos llevaron a una subida en el maíz de 5.7%, mientras que el trigo se mantuvo estable, con bajas para el arroz, dijo la FAO.
El índice de precios del aceite vegetal de la FAO subió un 1.8% en el mes, impulsado por el aumento de las cotizaciones de la soja, la colza y el aceite de palma, que compensaron los valores más bajos del aceite de girasol.
Los precios de los productos lácteos subieron un 1.2%, con la mantequilla, la leche desnatada en polvo y el queso impulsados por la demanda de Asia, mientras que el índice de la carne subió un 1.7%.
Los valores del azúcar repuntaron de su fuerte caída de marzo, con un alza de 3.9% en el mes y un aumento de casi el 60% en el año.
La FAO elevó su pronóstico para la producción mundial de cereales en 2020 en 1.7 millones de toneladas a 2,767 millones de toneladas, un 2.1% más que los niveles de 2019.
La agencia de la ONU también proporcionó su primera perspectiva para el trigo en la temporada 2021/22, pronosticando una producción de 778.8 millones de toneladas, un 0.5% más que la estimación de 2020, impulsada por un aumento anticipado del 6% en la producción en la Unión Europea.
La FAO también dijo que las perspectivas iniciales para la producción mundial de cereales secundarios en 2021 apuntaban a un probable tercer año consecutivo de crecimiento, principalmente relacionado con el maíz.
Indicó que el pronóstico fue impulsado por las expectativas de un aumento de las áreas plantadas en Brasil, China, Ucrania y Estados Unidos, así como por la recuperación de los rendimientos en la UE.