Por Jesús Michel Narváez
Elogiar el “modelo económico” de Bolivia, pinta de qué tamaño es el ciudadano que ama a los pobres y vive en un Palacio Virreinal.
El país andino tiene una población de 10.5 millones según el censo de 2012, porque después no se realizó otro. Aunque territorialmente es mayor que la Ciudad de México, sus habitantes cabrían sin mayor problema. La capital del país no ha sido rebasada como si Sucre y La paz.
Hablar de que el gobierno de Evo Morales “… sacó a millones de personas de la pobreza y logró redistribuir la riqueza y evitar que cayera en manos de extranjeros”, es un despropósito o un enorme desconocimiento.
Según datos oficiales, el índice de pobreza -incluida la extrema- alcanza el 46.3 por ciento. Con el censo de hace 9 años, habría 4.8 millones de personas sin conocer la riqueza y viviendo en la pobreza.
“El modelo de Bolivia explica cómo es posible crear riqueza, porque no se puede distribuir lo que no se tiene y se necesita crear la riqueza, pero se tiene que procurar distribuir la riqueza. (…) Ese es el modelo de Bolivia y fue exitoso y va a seguir siendo muy exitoso”, según el presidente de México.
Con tan escasa población, entre la que se cuentan 36 etnias de pueblos originarios; una riqueza en materias primas como plata, estaño y petróleo, al mismo tiempo es la nación cocalerea más importante del hemisferio.
Y si en Bolivia hay “justicia para los pobres”, no es por el gobierno de Morales y ahora de Luis Arce.
En 1951, con la revolución nacional, se inicia el cambio de políticas y se reconoce la presencia de los indígenas. Víctor Paz Estenssoro habría ganado las elecciones en ese año, pero el presidente Mamerto Urriolagoitia -así se llamaba, no se burle- decidió entregar el poder a una junta militar encabezada por el general Hugo Ballivián, por lo cual se inicia el movimiento armado.
Víctor Paz Estenssoro regresó del exilio para asumir la presidencia y su gobierno emprendió
un amplio programa de reformas económicas: decreta la nacionalización de las minas y el monopolio en la exportación del estaño, la reforma agraria (parcelación de tierras para distribuir entre los indígenas), la prospección de pozos petrolíferos por empresas extranjeras, la institución del voto universal (no existía hasta ese momento), la reforma educativa y la vinculación caminera con el oriente (carretera Cochabamba-Santa Cruz). (Wikipedia).
Por cierto, Paz Estenssoro fue presidente en cuatro ocasiones. ¨Viva la democracia”.
Luego, entones, el cambio de política no se debe a Morales. Surge de un movimiento revolucionario que traicionó el líder rebelde.
Las cosas hay que llamarlas por su nombre. Falso que haya regresado la democracia a Bolivia. Morales operó para recuperar el poder y es el cerebro que está detrás de Arce.
¿Por qué elogiar una economía fracasada? Ciudadano presidente: la HISTORIA no se inventa, se vive y se escribe para recordarla. Usted descubre el hilo negro y el agua tibia, cuando ya están patentadas.
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