El presidente Joe Biden ordenó este jueves a los estados del país garantizar que todos los adultos puedan pedir cita para vacunarse cuando llegue mayo, con el objetivo de que Estados Unidos empiece a marcar su “independencia del virus” para el festivo del 4 de julio.
Durante su primer discurso a la nación desde que llegó al poder en enero, Biden dibujó un panorama optimista de la evolución de la pandemia en Estados Unidos, al asegurar que el país está pasando de un “invierno oscuro” a una “primavera y un verano llenos de esperanza”.
El presidente pronunció su discurso justo un año después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la pandemia y de que su predecesor en la Casa Blanca, Donald Trump, proclamara en horario de máxima audiencia que el riesgo de contraer la covid-19 era “muy, muy bajo”.
Biden opinó que esa “negación” de Trump “llevó a más muertes y más contagios”, pero no quiso extenderse en esas críticas porque el objetivo de su discurso era fomentar la unidad de los estadounidenses ante la crisis y aumentar su confianza en las vacunas y en el Gobierno.
El presidente echó mano del patriotismo para intentar convencer a sus compatriotas de que Estados Unidos puede superar cualquier reto y “encontrar la luz en la oscuridad” incluso cuando es el país más golpeado del mundo por la covid-19, con más de 530 mil muertos y 29 millones de casos.
Horas después de firmar un paquete de rescate de 1,9 billones de dólares para afrontar la crisis generada por la pandemia, Biden quiso seguir con la racha de buenas noticias, esta vez sobre las vacunas.
Eso no significa que todos los adultos puedan estar vacunados para el 1 de mayo, sino que todos ellos “podrán ponerse a la cola” y conseguir una cita para que se les inocule contra la covid-19 en las semanas o meses siguientes, matizó Biden.
El mandatario ordenó a los estados, territorios y tribus del país que se organicen para cumplir con ese mandato, y recordó que Estados Unidos confía en tener en sus manos para finales de mayo el suministro suficiente para vacunar a los 255 millones de adultos del país.
Biden prometió en enero que, cuando terminaran sus primeros 100 días en el poder -de los que ya han pasado 50-, al menos 100 millones de estadounidenses habrían recibido su primera dosis de la vacuna.
Este jueves, el presidente adelantó que cumplirá ese objetivo mucho antes de lo previsto, cuando solo lleve 60 días en la Casa Blanca, es decir, el próximo 21 de marzo.
Más de 64 millones de estadounidenses han recibido ya al menos una dosis de la vacuna, una cifra que incluye al 65 % de los mayores de 65 años del país, lo que está llevando a muchos estados a avanzar rápidamente para inocular a otros grupos de riesgo y abrir citas también para los adultos menos vulnerables.
Si la tendencia actual se mantiene, Biden opinó que hay “muchas posibilidades” de que el país haya recuperado cierta normalidad para el próximo 4 de julio, Día de la Independencia, cuando anticipó que los estadounidenses podrán mantener reuniones en “grupos pequeños” con familias y amigos.
Para que eso ocurra, recalcó Biden, se necesita la colaboración de todos los ciudadanos del país, a los que instó a “no bajar la guardia” a medida que mejoran los datos y a seguir “llevando mascarilla” a pesar de que ya no es obligatorio en estados como Texas o Misisipi.
El 30 % de los estadounidenses no planean vacunarse, un grupo que incluye al 47 % de quienes votaron por Trump en las elecciones de noviembre, según una encuesta de este jueves de la cadena PBS y la emisora NPR.
Consciente de que ese escepticismo complica la posibilidad de lograr una inmunidad de grupo, Biden insistió en que las vacunas aprobadas en el país “son seguras”, y anunció que, para el 1 de mayo, su Gobierno lanzará una página web y una línea telefónica para encontrar centros donde vacunarse.
Además, el Ejecutivo duplicará tanto el número de farmacias que administran la vacuna como el número de centros de vacunación masiva gestionados por el Gobierno, y desplegará a 4.000 militares más para apoyar esos esfuerzos.
Ante la escasez de personal para vacunar, la Casa Blanca permitirá desde este viernes que puedan administrar pinchazos los dentistas, oculistas, podólogos, técnicos y asistentes médicos, matronas, veterinarios, paramédicos y fisioterapeutas respiratorios del país.
Pese al tono optimista y esperanzador de su discurso, Biden también lamentó que la pandemia haya causado divisiones partidistas en el país y “enfrentado a unos estados con otros”, y pidió que se “detengan” de inmediato los crímenes de odio contra los estadounidenses de origen asiático.