“Dear Basketball”

Mamba Negra

Por Horacio Armando Hernández Orozco

Este 26 de enero se celebra el primer aniversario luctuoso de Kobe Bryant, razón por la cual, nos hemos permitido la libertad de comentar el cortometraje animado “Dear Basketball”, dirigido por Glen Keane, escrito, protagonizado y narrado por Kobe Bryant, con la banda sonora a cargo de John Williams; su estreno fue el 23 de abril de 2017.

El corto narra la carta que el jugador Kobe Bryant, envió a The Players’ Tribune anunciando su retirada el 29 de noviembre de 2015; entre varios reconocimientos, el cortometraje fue ganador del premio Oscar al mejor corto de animación en la edición de 2018.

PARA LOGRARLO, PRIMERO HAY QUE SOÑARLO

Un niño pequeño juega en su cuarto a encestar unos calcetines, soñando con algún día convertirse en jugador profesional y campeón de la NBA.

Hay muchas razones por las cuales los psicólogos recomiendan soñar en grande, pues sirve para estar en equilibrio con tu ser interior, ya que el subconsciente habla constantemente y se debe aprender a escucharlo a fin de darse la oportunidad de ser feliz, pues si alguien se proyecta con claridad y certeza, conseguirá todo lo que desea; ser un gran soñador es sinónimo de ser feliz.

El soñar en grande sirve para seguir la verdadera vocación, porque más allá de que los sueños se vuelvan realidad, lo cierto es que se debe creer en uno mismo para lograrlo.

Soñar en grande permite estar abierto a todas las oportunidades que se presenten, ir más allá de límites imaginarios, es una forma de visualizar nuevos caminos para llegar a metas más atractivas; al final de cuentas, todo comienza soñando.

QUIEN ENTREGA TODO, RECIBE TODO

Kobe manifiesta que siempre sintió un amor muy profundo por el Basquetbol al que le entregó todo, desde su mente y cuerpo hasta el alma y el espíritu: “Nos hemos dado todo lo que tenemos mutuamente.”

Hay un poema que dice: “Entrega todo al creador, riega cuando puedas, ora y baila, pero luego, deja que florezca lo que debe y que las hojas secas se arranquen solas.”

Se ha dicho que se debe dar sin esperar nada a cambio, pero también quien lo da todo está sembrando. y quien siembra, tarde o temprano cosecha y lo hace en abundancia cuando lo dio todo. El que siembra mal, males tendrá, y aquél que siembra bien, bienes cosechará.

Y así fue la vida de Kobe Bryan, una vez fichado para los Lakers, junto a Shaquille O’Neal formó un dúo invencible y juntos llevaron a los Lakers a tres campeonatos consecutivos –2000, 2001 y 2002–; luego acumuló dos campeonatos más en 2009 y 2010, años en que también fue considerado el jugador más valioso de las finales.

Entre sus marcas personales destacan los 50 tiros a la canasta en un juego contra Utah en 2016 y los 81 puntos que metió en un juego contra Toronto en 2006; en 2014 se convirtió en el primer jugador desde la creación de la NBA en superar los 30 mil puntos y las 6 mil asistencias; además, ganó dos medallas olímpicas de oro.

PORQUE NADA ES PARA SIEMPRE

“…no puedo amarte de manera tan obsesiva por mucho más tiempo… Mi corazón puede atajar los golpes, mi mente puede lidiar con la dura rutina, pero mi cuerpo sabe que es tiempo de decir adiós.”

Como dice aquel poema: “Lo que se va, siempre deja espacio para algo nuevo: son las leyes universales.”

La carrera profesional de Kobe Bryan duró 20 temporadas; fue elegido por el Charlotte Hornets de Carolina del Norte en el draft de la NBA en 1996, pero su paso por el equipo fue fugaz, pues en cuestión de días, aquel chico de 17 años fue traspasado a los Lakers, portando desde entonces los dorsales 8 y 24 en sus camisetas.

Siempre hubo trabajo, esfuerzo, pasión y amor por el baloncesto, lo que hay que demostrar día a día para trascender; hay una frase proverbial que dice: ‘Una golondrina no hace verano’ que se refiere a que no se puede deducir una regla o norma general de un solo caso, pues un indicio no basta para asegurar algo, sino que se debe observar si se produce con cierta frecuencia o regularidad.

Esta paremia es citada en La Celestina (VII 256), así como en El Quijote (I 13).

Y Kobe Bryant fue golondrina de muchos exitosos veranos, hasta que en abril de 2012, sufrió una fuerte lesión en el tobillo, así que “Black Mamba”, como se hacía llamar, pasó al quirófano, sin embargo, regresó y lo hizo en grande; a finales del año 2015, la leyenda decidió que era el momento de dejar el deporte que conquistó, y el 29 de noviembre de ese año, jugó su último partido en la NBA logrando anotar 60 puntos, que llevaron a los Lakers a la victoria sobre Utah Jazz.

UN POEMA DE AMOR Y DE AGRADECIMIENTO

“Atravesé el sudor y el dolor, no porque el desafío me llamase, sino porque TÚ me llamaste. Hice todo por TI, porque eso es lo que tú haces cuando alguien te hace sentir tan vivo como tú me has hecho sentir. Concediste a un pequeño niño de seis años su sueño Laker, y siempre te amaré por ello.”

En 2015, Kobe Bryant escribió una carta publicada en Players’ Tribune anunciando su retiro de la NBA, había formado la productora Granity Studios, originalmente Kobe Studios, para difundir libros, series de televisión e incluso largometrajes; “Dear Basketball” fue su primer esfuerzo.

El poema por si solo ya era inspirador y muchos jugadores y famosos alrededor del mundo se encargaron de replicarlo y demostrarle a Kobe lo mucho que lo extrañarían por su retiro de las canchas, pero el cortometraje dejó una huella de mayor inspiración, al grado de que el propio John Williams, ganador de 5 premios Oscar, manifestó que el corto era elegíaco, pero no lloroso, que trataba sobre “la belleza de encontrar lo que te gusta hacer, y luego encontrar la belleza de saber que, ya sabes, no podrás hacerlo para siempre”.

El 26 de enero de 2020, con 41 años de edad Kobe Bryant perdió la vida en un accidente aéreo junto a otras ocho personas, entre ellas su hija Gianna de 13 años; el helicóptero en el que viajaban cayó en Calabasas, a unas 30 millas al noroeste del centro de Los Ángeles, después de salir del aeropuerto John Wayne en el condado de Orange.

Kobe Bryant supo el momento en que debía dejar el baloncesto, se preparó y se despidió con dignidad y con amor; el adiós de “Black Mamba” de las duelas hirió a los fans de los Lakers, pero su adiós de este mundo hirió a todos.