La temperatura media global en 2020 fue de 14.9 grados, 1.2 por encima de los niveles preindustriales (1850-1900), lo que confirma que fue uno de los tres años más calurosos de los que se tiene registro, subrayó la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
La OMM ya había anticipado este récord en sus cifras provisionales de diciembre, pero tanto entonces como ahora la clasificación varía en función de qué datos se tomen, por lo que declinó confirmar si 2020 superó a 2016 y 2019, otros años con temperaturas excepcionalmente altas.
Según la NASA y el servicio Copernicus, 2020 estuvo virtualmente empatado con 2016 como el más cálido nunca antes medido, mientras que datos meteorológicos británicos lo sitúan como el segundo y los expertos japoneses lo colocan en tercera posición, después de 2016 y 2019.
Las altas temperaturas del pasado año se produjeron incluso a pesar de que predominó en él el fenómeno meteorológico de La Niña, que suele producir un enfriamiento de esas temperaturas, algo que de acuerdo con la OMM solo tuvo efecto en los últimos meses de 2020.
“Las temperaturas de 2020 estuvieron prácticamente empatadas con las de 2016, en el que se registró uno de los más intensos episodios de calentamiento por El Niño (fenómeno inverso a La Niña). Es un claro indicio a nivel mundial de que el cambio climático causado por el hombre es tan poderoso como las fuerzas de la naturaleza”, analizó el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
Los datos confirman que la década 2011-20 es la más cálida de la que se tienen registros, y según recordó Taalas, desde los años 80 del siglo pasado cada década ha sido más calurosa que la anterior, otro claro indicio del calentamiento global.
La región donde el calentamiento global fue más patente en 2020 fue el norte de Asia, en particular el Ártico siberiano, donde las temperaturas medias superaron en más de cinco grados la media registrada entre 1981 y 2010.
Ejemplo de ello fue que el 20 de junio se registró en la localidad rusa de Verkhoyansk, uno de los lugares más fríos del mundo, la temperatura más alta de la historia en el Círculo Polar Ártico, de 38 grados, una situación que contribuyó a que Siberia sufriera los peores incendios forestales en 18 años.
Por otro lado, la OMM vaticinó que La Niña seguirá enfriando las temperaturas en 2021, probablemente de forma más intensa que en 2020, ya que habitualmente su incidencia es superior en su segundo año de incidencia.