De acuerdo con la organización Reporteros Sin Fronteras, México es uno de los países más mortíferos del mundo para los comunicadores; nuestro país ocupa la posición 144, de un total de 180 país, en libertad de prensa.
Esta lista clasifica a 180 países y regiones según el nivel de libertad disponible para los periodistas.
“Es una instantánea de la situación de la libertad de los medios basada en una evaluación del pluralismo, la independencia de los medios, la calidad del marco legislativo y la seguridad de los periodistas en cada país y región”.
Aunque México no está en guerra, continúa siendo el país más peligroso de América latina para los reporteros. La colusión entre funcionarios y el crimen organizado representa una grave amenaza para la seguridad de los periodistas y paraliza el sistema judicial en todos los niveles.
Los periodistas que cubren historias políticas delicadas o sobre el crimen organizado son amenazados y, a menudo, asesinados. Algunos huyen al extranjero como la única forma de asegurar su supervivencia, mientras que otros son secuestrados y desaparecidos.
Durante los dos sexenios pasados se registraron un número récord de asesinatos y desapariciones de periodistas, 112 casos; en lo que va de este año, 6 periodistas han sido asesinados, y hay unos 170 encarcelados, por el trabajo que realizan, detalla el reporte.
Reporteros Sin Fronteras también señala que la propiedad de los medios de difusión está extremadamente concentrada, con solo dos grupos que poseen casi todos los canales de televisión. Los medios de difusión comunitarios a menudo son perseguidos por el uso de frecuencias para las que no han podido obtener licencias.