Cerca de once mil personas estuvieron potencialmente expuestas al COVID-19 al viajar en avión entre enero y agosto, revelaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
La agencia gubernamental identificó que mil 600 personas viajaron en avión mientras estaban en riesgo de propagar el SARS-CoV-2.
A pesar de estimar que 10 mil 900 personas estuvieron expuestas a gotículas transmisoras del COVID-19 durante vuelos, los CDC no cuentan con información completa sobre los viajeros enfermos como para confirmar algún caso de transmisión.
Sin embargo, señaló Caitlin Shockey, portavoz de la División de Migración y Cuarentena Global de los CDC, “la ausencia de casos identificados o reportados no es evidencia de que no hubiera casos”.
La funcionaria agregó que es difícil identificar cuando alguien ha sido expuesto al nuevo coronavirus y que es probable que las autoridades sanitarias locales tampoco puedan probar a las personas reportadas como expuestas o compartir los resultados de las pruebas de COVID-19 con los CDC.
Cabe destacar que los CDC reconocen que los virus no pueden propagarse fácilmente en los aviones por el modo en el que filtran el aire, pero enfatizan en que viajar en avión significa estar cerca de las personas durante largos periodos de tiempo y tocar superficies previamente tocadas por otras personas, posiblemente enfermas.