Por Arturo Lino Guzmán
Al parecer, para el actual Presidente de México el turismo es sólo el Tren Maya y paralelamente, el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía. Y se le ve ansioso, con prisa, para apuntalar estas obras emblemáticas de su sexenio. El tiempo ya se le vino encima, al iniciar en diciembre –dentro de poco más de dos meses- su tercer año de gobierno, el que para muchos analistas será determinante y por decirlo de alguna manera, quizás, el más complicado ya que habrá elecciones intermedias y cambio de gobernadores en 15 estados, además tendrá que enfrentar las secuelas económicas que deje la pandemia, que todavía no termina y que posiblemente lleve más tiempo en concluir.
El tema es controversial, por donde se le quiera ver, pues en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el turismo en 2021, el Jefe del Ejecutivo “favoreció” con un incremento de 641 por ciento a la Secretaría de Turismo, al asignarle recursos por 38 mil 613 millones de pesos, pero de los cuales el 94 por ciento (36 mil 287 millones de pesos) se destinarán a las obras del Tren Maya y sólo 2 mil 325 millones de pesos serán ejercidos por la Sectur, dependencia que encabeza Miguel Torruco Marqués.
El presupuesto para el turismo se ha debilitado paulatinamente y en esta administración la caída en la asignación de recursos es notoria, al grado que de los 5 mil 34 millones de pesos aprobados en este 2020 para la Sectur, 2 mil 500 millones se destinaron al Tren Maya, por lo que sólo le quedaron para el siguiente año 2 mil 534 millones de pesos (209 millones de pesos menos), cantidad que se antoja insuficiente para el desarrollo de uno de los sectores de la economía más importantes por ser uno de los que más captan divisas para el país.
Cierto, podrán argumentar que las condiciones económicas del país son difíciles y lo son, pues la pandemia ha dejado lamentables y cuantiosas pérdidas de vidas, de empleos y propiciado una complicada situación para el país con una caída prevista del PIB cercana al 9 por ciento, de acuerdo a las estimaciones oficiales de México y superior al 12 por ciento de acuerdo a indicadores internacionales.
La pregunta sería: ¿Por qué castigar a un sector que tiene amplias posibilidades de contribuir al desarrollo de la economía y por consecuencia del país, si se brindaran a las regiones y a las comunidades oportunidades de buenos ingresos, con el apoyo de acciones concretas para actividades turísticas?
Entendemos la lógica presidencial de cumplir sus compromisos de campaña, pero cuántas personas y familias se han visto afectadas por la emergencia sanitaria y ahora, con menos recursos para programas en el sector, se deja sin opciones a miles de mexicanos.
La promoción, vital para atraer turistas tendrá en 2021 un presupuesto de 636 millones de pesos, contemplados en el rubro “Fomento y promoción de la inversión en el sector Turístico” cifra inferior en 117 millones de pesos a los ejercidos en el presente 2020 que es una reducción de 18 por ciento, lo que lleva a pensar que el próximo año las campañas instrumentadas por la Sectur de Operación Toca Puertas y a través del Consejo de la Diplomacia Turística tendrán que ser intensas y habrá que ver su efectividad.
También otros tres rubros como “Incremento de la oferta turística orientada a proyectos viables y sustentables”; “Atención y trato a los turistas” y “Turismo con sello propio de calidad, hospitalidad y seguridad”, tuvieron reducciones de 10.2 por ciento, 7.8 por ciento y 20 por ciento, respectivamente.
Previo a asumir la Presidencia en 2018, ya como presidente electo y en campaña, la comunidad turística del país, le solicitó a López Obrador mantener el paso que llevaba el turismo, con crecimientos importantes año con año durante 11 años, después de la emergencia por el H1N1 de la Influenza, comprensión y apoyos, pero la respuesta fue cancelación del Consejo de Promoción Turística (CPTM) y del Aeropuerto Internacional de Texcoco que si bien despertaban suspicacias por las irregularidades que se presentaron y los actos de corrupción de algunos grupos, en lugar de atacar y controlar a quienes se estaban favoreciendo económicamente de la situación, con cárcel o exhibirlos, decidió cancelar los proyectos con pérdidas para el erario público.
Pero aunado a todo este asunto presupuestario, la reducción en la asignación de recursos a los estados es, asimismo, importante, por lo que el turismo será uno de los más afectados y no obstante los gobiernos estatales harán los proyectos y propiciarán las inversiones en turismo.
Al país le llevó más de ocho décadas construir una industria turística poderosa, vigorosa, consolidada, al ofrecer incalculables posibilidades de actividades y atractivos, naturales e históricos, que se han aprovechado gracias al esfuerzo de muchos mexicanos, creativos, de gran imaginación, pero sobre todo visión.
El sector turístico ha transitado por muchas etapas para llegar a la actualidad. Ha sido el trabajo arduo de personajes de las áreas públicas y privadas, que han permitido que el turismo, logre paso a paso un nivel de reconocimiento mundial y se encuentre en las preferencias de millones de turistas extranjeros.
En los años 30´s y 40´s del Siglo pasado, el turismo era incipiente en México, porque los gobiernos estaban ocupados en los aspectos políticos en su afianzamiento y la continuidad de un sistema que se vició con el paso del tiempo y no vieron el potencial que tenía el país en materia turística y fue gracias a que las estrellas de Hollywood que venían en busca de lugares prácticamente vírgenes en donde pasar su tiempo de descanso, como se despertó el interés por el país.
Primero Acapulco puso en el mapa mundial a México, luego Puerto Vallarta, le siguió Cancún, Los Cabos y sucesivamente se desarrollaron otros destinos y crearon productos turísticos para atraer a los visitantes, despertar interés por México; se hizo énfasis en la gastronomía, en las bellezas naturales, en los patrimonios de la Humanidad, en los lugares históricos y las tradiciones, la cultura y un sinnúmero de actividades para estar en la preferencia de turistas internacionales y a la altura de los mejores. Eso ha costado mucha dedicación, trabajo, esfuerzo y dinero, pero ojalá, el presente gobierno así lo entienda y le dé al turismo la importancia que merece.
