Los trabajos para la rehabilitación y modernización de las vías del Tren Transístmico, en el tramo de Mogoñé (San Juan Guichicovi) a Nuevo Ubero (Matías Romero), quedaron suspendidos y se reanudarán hasta que las comunidades mixes otorguen su aval, luego de que funcionarios del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT) comiencen a informarles los impactos que estas obras tendrán a partir del 5 de julio.
El pasado jueves 18 de junio, el director general del FIT, José Sánchez Pérez, llegó al municipio de San Juan Guichicovi acompañado del enlace del gobierno de Oaxaca con el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, Pedro Matar, ambos se reunieron con autoridades municipales y ejidales de ocho comunidades de la etnia mixe por donde pasa el Tren Transístmico.
Antes de la llegada del director general del FIT, pobladores mixes bloquearon el paso hacia San Juan Guichicovi y demandaron mayor información sobre los impactos de la modernización del Tren. En febrero pasado, autoridades ejidales del municipio de este municipio del Istmo habían solicitado el amparo de la justicia federal contra la modernización de las vías del tren.
Durante esta última reunión —que por momentos tuvo tensión entre los presentes—, explica el presidente municipal de San Juan Guichicovi, Raynel Ramírez Mijangos, las autoridades de José María Morelos y Pavón, El Triunfo, Paso Real, Estación Sarabia, Mogoñé Viejo, Mogoñé Estación y El Zarzal, exigieron que las autoridades del FIT acudan a cada una de esas comunidades para que expliquen si habrá afectaciones en sus terrenos con los trabajos de rehabilitación de las vías férreas.
Ramírez Mijangos recuerda que el director general del FIT ofreció que para el próximo domingo 5 de julio, personal de esa empresa empezará a realizar asambleas programadas en horarios diferentes, en todas esas localidades, con la finalidad de informarles a los pobladores qué tipos de trabajos se realizarán y qué impactos tendrá en la vida ambiental, cultural y económica de los mixes. «Hay interés del gobierno federal para atender todas las inquietudes», dice el edil.
De entrada, informa Raynel Ramírez Mijangos, en el desarrollo de la asamblea del pasado jueves, el director del FIT, José Sánchez Pérez, informó a las autoridades municipales y agrarias que los trabajos de rehabilitación del tren no afectarán nuevas tierras y tampoco se construirá una segunda vía férrea. Todos los trabajos se realizarán en las mismas vías que ya existen.
Sin embargo, la preocupación de las autoridades agrarias, así como la del presidente del Ejido San Juan Guichicovi, Albino Pedro Juan —quien solicitó el amparo de la justicia federal—, es que en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del FIT, presentada desde enero y avalada en la primera semana de este mes, se consigna que habrá cortes de curvas y pendientes que no están en los derechos de vías, además que decenas de familias podrían verse afectadas por posibles desalojos.
Como presidente municipal de San Juan Guichicovi, Raynel Ramírez dice que su principal preocupación es que los trabajos de modernización de los casi 133 kilómetros de vía no dañen a las familias, y si hay necesidad de reubicarlos, pedimos que el gobierno federal ayude con ese proceso; además «he pedido que el FIT escuche y responda a las demandas de las comunidades que reclaman agua potable, pavimentaciones y clínicas de salud», afirma.
El tramo suspendido de Mogoñé a Nuevo Ubero consta de 56 kilómetros de longitud, y la modernización de estas vías, junto con el cambio de rieles, durmientes, construcción de puentes, así como cortes de curvas y pendientes, está a cargo de la compañía La Peninsular Compañía Constructora, de la familia Hank Rhon. La obra costará 809 millones de pesos.
Hasta el momento, los trabajos de rehabilitación de las vías del tren transístmico se realizan sin contratiempos en el tramo de 56 kilómetros de Salina Cruz a El Jordán (Tehuantepec) —aunque hay inquietudes de familias que viven en el derecho de vía del tren— y en el tramo El Jordán/La Mata (Asunción Ixtaltepec), de 56 kilómetros. Sin embargo, estas obras registran retrasos, específicamente con el acarreo de material pétreo, porque sindicalistas de la CTM han bloqueado las labores de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), que ha ganado los contratos de transportación de los materiales de construcción.