La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) criticó la campaña «Cuenta hasta 10» del Gobierno federal para prevenir la violencia de género, pues se trata de un mensaje que invisibiliza las agresiones contra las mujeres y da a entender que el problema se puede resolver apelando a la calma.
«Este organismo nacional autónomo manifiesta un extrañamiento respecto a la campaña presentada el día 26 de mayo, ‘Cuenta hasta 10’, cuyos contenidos invisibilizan la gravedad del problema de la violencia contra las mujeres en el período de confinamiento, pues colocan a la institución familiar como un espacio seguro y cuyos conflictos se pueden resolver apelando a la calma, esto desconoce las situaciones de violencia, vejación y maltrato que ocurren en la vida cotidiana de las mujeres y sus hogares», expresó.
A través de un comunicado la CNDH también hizo un llamado a las autoridades para que cualquier campaña de violencia de género se haga de manera transversal y no se responsabilice a las mujeres por la violencia que se vive en el hogar.
«La CNDH, insta para que cualquier campaña dedicada a erradicar la violencia hacia las mujeres retome una mirada transversal e interseccional del problema como una pandemia que requiere acciones diversificadas, que no responsabilice a las mujeres de la violencia en el hogar, y reconozca que la familia actual presenta fuertes cambios y fisuras donde las situaciones de abuso y violencia están presentes y es necesario atenderlas con urgencia», aseveró la institución.
Agregó que, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), la violencia contra las mujeres sigue en aumento pese a la pandemia, pues ahora son asesinadas 10.8 mujeres al día.
«La violencia contra las mujeres y su incremento durante la cuarentena donde se ha pedido que la población se quede en casa, nos lleva a enfatizar que el hogar no es un espacio seguro para las mujeres», indicó la CNDH.
También informó que presentará un informe especial, que derive en una recomendación, a todas las instituciones federales y locales para que asuman el problema de la violencia contra las mujeres.