El ingreso de divisas al país por remesas superó desde el comienzo del actual gobierno federal en 50 por ciento el monto de recursos que empresas y particulares mexicanos transfirieron al extranjero para ser depositados en cuentas bancarias o emprender actividades productivas en otra nación, revela información oficial.
Entre enero de 2019 y marzo de este año esos activos financieros transferidos y la inversión de empresas nacionales fuera del país sumó 29 mil 423 millones de dólares.
En ese lapso los mexicanos que trabajan en el extranjero, principalmente en Estados Unidos, enviaron a sus familias 45 mil 338 millones de dólares, de acuerdo con información del Banco de México (BdeM).
En detalle, en lo que va de la actual administración federal los activos de mexicanos mandados al exterior, es decir, las transferencias de dinero a cuentas en instituciones financieras que operan en otros países, ascienden a 18 mil 13 millones de dólares.
En tanto, la inversión directa de nacionales en otros países, es decir, los recursos que empresas o particulares de origen mexicano destinan a impulsar proyectos que se llevan a cabo en otras latitudes, registra un acumulado de 11 mil 410 millones de dólares.
En el caso de los activos mexicanos en el exterior, según datos del BdeM, llama la atención que en el cuarto trimestre de 2019 la suma reportada fue de mil 91 millones de dólares. Pasó a 5 mil 50 millones en el primer trimestre de 2020, lo cual significa que en sólo tres meses avanzó 360 por ciento.
Para Carmen Alcibar, analista de Grupo Bursamétrica, una de las razones que han llevado a los mexicanos a mover su dinero a cuentas foráneas es la incertidumbre que se vive en el país, ante la falta de políticas del gobierno mexicano para ayudar a librar la crisis económica provocada por la pandemia de Covid-19.
Al ser dinero depositado en cuentas es fácil de mover y en este momento complicado puede que las personas estén buscando mejores opciones fuera del país, expresó la analista.
Respecto de la inversión directa de mexicanos en el extranjero, la cifra, mil 273 millones de dólares en el primer trimestre de 2020, ha disminuido 37 por ciento respecto de los 2 mil 48 millones del trimestre previo y 52 por ciento en comparación con los 2 mil 677 millones de igual periodo de 2019.
Para la especialista de Bursamétrica, lo anterior es consecuencia de que empresas y personas han decidido hacer pausas en sus proyectos de actividades productivas, dada la elevada incertidumbre que se vive a escala global como resultado de la crisis económica que ha traído la pandemia.
En conclusión, los activos de mexicanos en el extranjero se han incrementado porque es más fácil mover ese dinero y los inversionistas buscan mercados más seguros ante la incertidumbre que envuelve al país por las decisiones del gobierno federal, como la cancelación de un planta cervecera y lo sucedido en el sector eléctrico. En tanto, las inversiones en proyectos de otras naciones han bajado porque no existe un buen escenario para llevarlos a cabo, explicó Carmen Alcibar.
Hacia adelante, apuntó, el panorama no es nada claro; sin embargo, si los inversionistas continúan viendo falta de apoyo del gobierno mexicano seguirán buscando otros mercados. En tanto, la inversión directa estará pausada hasta que el contexto sanitario mejore, abriéndose la oportunidad de que ese dinero se quede en el país, pero sin las políticas correctas optarán por buscar mejores condiciones en otras latitudes.
En relación con la remesas, aunque en marzo pasado registraron un nivel récord, especialistas pronostican que en los siguientes meses reportarán una importante caída.