El Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió que a causa de la pandemia se debe tener vigilancia sobre enfermedades psicológicas que puedan derivar en suicidios.
La pandemia de coronavirus ha puesto de manifiesto las décadas de abandono y falta de atención de la salud mental, por lo que se llama a todos los países a asumir compromisos ambiciosos a la hora de tratar enfermedades psicológicas, en el marco de un posible aumento de los suicidios y el abuso de drogas, indicó Naciones Unidas en su informe diario.
Los efectos de la COVID-19 sobre la salud mental, representan el mayor riesgo para los trabajadores del sector sanitario, aquellos en hospitales como doctores, que han dejado sus especialidades para tratar de lleno a pacientes con coronavirus, y enfermeras, que trabajan en primera línea en la lucha contra el nuevo coronavirus.
Además, Guterres advirtió que otro sector vulnerable son las personas mayores, los adolescentes, las personas con afecciones de salud mental preexistentes y “las que están atrapadas en conflictos y crisis”, agregó.
Por otra parte, la directora del Departamento de Salud Mental y Consumo de Sustancias de la Organización Mundial de la Salud, Dévora Kestel, señaló que durante las pasadas crisis económicas hubo un aumento del número de personas con problemas de salud mental, dando lugar a mayores tasas de suicidio.
En un mensaje grabado en vídeo, el máximo responsable de la ONU destacó que los padecimientos psicológicos como la depresión y la ansiedad constituyen algunas de las mayores causas de sufrimiento en el mundo.
Según los datos de la ONU, antes de la pandemia de COVID-19 la depresión y la ansiedad ya costaban a la economía mundial más de mil millones de dólares al año.