El Instituto Nacional de Migración (INM) informó que repatrió a tres mil 653 migrantes originarios de Guatemala, Honduras y El Salvador, privilegiando la movilidad de grupos vulnerables como niñas, niños, adolescentes, personas adultas mayores y mujeres embarazadas, ante la pandemia de COVID-19 en el país.
Esta medida fue tomada con la asistencia de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) desde el 21 de marzo pasado y tuvo retrasos en su implementación debido al cierre de fronteras en dichas naciones.
Los migrantes estuvieron distribuidos en las 65 estaciones y albergues que tienen una capacidad de atender a ocho mil 524 personas.
En marzo pasado, refiere el INM, tres mil 759 migrantes fueron albergados en dichos espacios y tras el retorno de la mayoría sólo están ocupados 106 lugares.
“Las organizaciones de asistencia para personas migrantes dependientes de asociaciones religiosas, como la Iglesia Católica y las iglesias cristianas evangélicas han apoyado en el alojamiento de más de un centenar de ellas en sus albergues. En tanto, la Organización Internacional para las Migraciones ha realizado traslados aéreos de ciudadanos de los países del norte de Centroamérica”, detalló el Instituto en un comunicado.
En ese sentido, el INM también informó que, tras el incidente en la estación migratoria de Tenosique, Tabasco, donde un migrante guatemalteco murió en un incendio, atendió las medidas cautelares dictadas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Detalló que la estación fue cerrada para su rehabilitación y que tras cumplir este mandamiento, el lugar se encuentra sin ocupantes, además de que se dio parte al Ministerio Público sobre la presunta responsabilidad de cuatro migrantes hondureños en la muerte del guatemalteco.