El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) hizo un llamado a los países, a cuidar a las niñas y niños migrantes e incluirlos dentro de sus planes de mitigación durante esta pandemia del nuevo coronavirus COVID-19.
Incluso cuando no hay pandemia, señaló la organización, las familias y niños desarraigados, que viven como refugiados, migrantes o desplazados internos, se enfrentan a enormes obstáculos para recibir atención médica y acceder a instalaciones adecuadas de saneamiento.
“Ya no estamos hablando de una cifra reducida de personas. En la actualidad hay 31millones de niños que han tenido que abandonar sus hogares. De ellos, 12 millones son desplazados interinos, 12.7 millones refugiados y 1.1 millones solicitantes de asilos”, refirió.
En ese sentido, mediante un comunicado, pidió asegurar el acceso equitativo a pruebas y tratamientos, así como a la información sobre prevención y a los servicios de agua y saneamiento.
Las medidas de contención como el cierre de fronteras y las restricciones a los desplazamientos, apuntó, no deben bloquear el derecho de los niños a solicitar asilo y reunirse con miembros de su familia.
Asimismo, indicó, tampoco deberían obstaculizarse los esfuerzos de organismos que proporcionan asistencia humanitaria.
“Los niños desarraigados y sus familiares deberían contar con ayuda para poder alejarse del peligro y trasladarse a alojamientos adecuados donde tengan acceso a agua, jabón, distanciamiento físico y seguridad”, expresó.