Salvador González Morales, obispo auxiliar del Arquidiócesis Primada de México, pidió en la homilía de este domingo en la Catedral Metropolitana, no continuar atentando contra la vida de las personas más vulnerables.
“Esta semana hemos conocido atentados contra la vida, especialmente a las más vulnerables, dígase las mujeres, los niños, los niños en los vientres de sus madres, los ancianos, los enfermos y los migrantes”, refirió el prelado durante la misa dominical.
Agregó que Jesús pide una absoluta sinceridad y veracidad en las relaciones de la comunidad de fe, “Dios está atento a juzgar la hipocresía, la maldad, las falsificaciones, el legalismo tramposo, las manipulaciones que tantas veces se realizan por medio de las palabras acudiendo a Dios como garantía”.
El obispo auxiliar apuntó que las palabras de Cristo contienen un poderoso mensaje para actuar ahora, de modo radical profundo y concreto, refirió que “el seguimiento de Cristo exige una vida renovada, aparta de los antiguos y estrechos modos de juzgar lo bueno o malo”.
Salvador González refirió que en el mundo hebreo fuera de la eficacia de la palabra creadora de Dios, no existía la creencia en el poder de la maldiciones y encantos, pero si se daba gran importancia la palabra como vehículo de relación social.
Pidió orar para que el divorcio no entre al reino amor humano en el matrimonio para que recobre su antiguo esplendor, aquel que tuvo cuando fue creado por Dios y que escuchamos en el libro del Génesis.
El creyente es libre de elegir, pero elegir siempre lleva a sacrificar lo inadecuado a la vida cristiana, puntualizó González Morales. “Si tu ojo derecho es ocasión para ti ocasión de pecado, complicidad testigo de los de aquellos que crucificaron al rey de la Gloria”, destacó.
Llamó a la comunidad a no relativizar lo que tendría que estar en primer lugar en su esfuerzo, trabajar en el respeto a la vida de las personas.
“Los cristianos somos hoy interpelados al descubrir que este respeto nace de la novedad de la gracia que nos hace descubrirnos como hermanos e hijos de un mismo padre, de ahí surgen nuevas relaciones en donde no vemos más al otro como objeto con superficialidad o como alguien al que puedo utilizar”, apuntó el obispo auxiliar.
También seguró que esta semana los citadinos vivieron un escándalo tremendo al enterarse de los abusos, la trata de personas y la esclavitud sexual de que peligran en la comunidad.
Conminó a los presentes a acompañar a los jóvenes para ayudar a descubrir la belleza de relacionarse con respeto y reverencia al otro, enfatizó “puede permitirles dar el paso al riego de vivir el amor responsable y fiel” concluyó el prelado.