El Gobierno chino reportó ayer 143 muertes por Covid-19 y un descenso marcado en el número de casos nuevos, mientras presentaba medidas adicionales para prevenir el contagio, que coincidieron con la reapertura de muchos negocios tras los intensos controles que paralizaron gran parte de la economía del país.
El director general de la agencia de salud de la ONU, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) está satisfecha de que aún no haya habido una transmisión generalizada fuera de China y de que “los pasos que China ha tomado para contener el brote en su origen parecen haber ganado tiempo para todo el mundo, pero no sabemos cuánto”.
Sin embargo, dijo que la agencia está “preocupada por el aumento continuo en el número de casos en China” y por los informes sobre la cifra de trabajadores de la salud que han sido infectados o que han fallecido en días recientes.
“Estamos preocupados por la falta de urgencia para financiar la respuesta de la comunidad internacional”, dijo Tedros durante la Conferencia de Seguridad de Múnich.
Los reportes sobre nuevos casos bajaron luego de que las autoridades cambiaron las bases para el conteo de pacientes. Expertos médicos apuntaron que esto dificultará la valoración de la efectividad de los controles contra el contagio que han cortado los accesos a algunas grandes ciudades y cerrado fábricas y oficinas.
El número de nuevos casos ha fluctuado en las dos últimas semanas. Esto alimentó el optimismo acerca de que el brote del virus, que se detectó en diciembre, podría estar bajo control y advertencias de que esas esperanzas eran prematuras.