Desde el año pasado, estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han pedido el alto al acoso con diversas movilizaciones que han terminado en paro de labores en diferentes plantes y facultades de la máxima casa de estudios.
Como en la UNAM, universidades del interior del país se han preocupado por la situación actual por la que atraviesan los estudiantes, por ello han implementado diferentes protocolos para atenderlo.
Tan solo en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) se mantiene una política de cero tolerancia ante casos de acoso sexual, los cuales son causa de rescisión de contrato en el caso de maestros y catedráticos y expulsión cuando proviene de alumnos, fuera de las acciones legales que emprendan las víctimas.
Al implementar esta medida estudiantil, en el transcurso de 2019, se recibieron un total de 122 quejas por acoso, la mayor parte de las cuales fue resuelta en conciliación, al determinarse la existencia de malos entendidos.
Pero de estas 122 denuncias, en nueve de los casos se determinó la existencia de responsabilidad, explicó María Teresa Isabel Martínez Mercado, defensora de los Derechos Universitarios.
“Tuvimos muchos asuntos que solo requerían orientación o algunas se resolvieron con mediación formal. Hubo la necesidad de separar, durante el año 2019 a nueve personas, entre docentes y alumnos, precisamente por situaciones de acoso y hostigamiento sexual”, explica.