Las conversaciones para un nuevo contrato de cuatro años entre General Motors Co y sus trabajadores en huelga dieron un «giro para peor» el domingo después de que el sindicato United Auto Workers rechazó la última oferta de la empresa, aunque mantienen el diálogo. GM, el mayor fabricante de automóviles de Estados Unidos, hizo una oferta que prácticamente repetía lo que UAW había rechazado, dijo Terry Dittes, vicepresidente del sindicato a cargo de las negociaciones en una carta a los miembros.
«Las negociaciones han empeorado», afirmó el líder sindical. «No podríamos estar más decepcionados de General Motors. La compañía ha mostrado una falta de voluntad para dar compensaciones justas».
Dittes afirmó que el sábado la UAW presentó una oferta a GM que cubría salarios, bonos, seguridad laboral, participación en las ganancias y otros asuntos. GM respondió el domingo por la mañana con una contraoferta que los dejó satisfechos.
GM dijo en un comunicado que estaba comprometido para llegar a un acuerdo.
«Continuamos negociando de buena fe con propuestas muy buenas que beneficien a los empleados de hoy y creen un futuro más sólido para todos nosotros», declaró la compañía en el comunicado.
La huelga de GM comenzó el 16 de septiembre con 48 mil miembros de la UAW demandando salarios más altos, una mayor seguridad laboral, una mayor parte de las ganancias del fabricante de automóviles y la protección de los beneficios de atención médica. Las partes se han estado reuniendo diariamente.
Una cuestión clave es el montaje de futuros vehículos. La UAW quiere que GM se comprometa con los productos futuros que construirá en varias plantas más allá de lo que se ofrece actualmente, dijo una persona familiarizada con las conversaciones que pidió no ser identificada.
La huelga en EU provocó que la planta de Silao, en Guanajuato, iniciara un paro técnico ante la falta de componentes.