Chivas consuma el fracaso del Clausura 2025 tras empatar con Atlas

El equipo de las Chivas cumplirá ocho años desde que ganó su último título de la Liga MX, eso se confirmó cuando se terminó el tiempo en el Estadio Jalisco y el marcador entre Atlas y rojiblancos se quedó en un 1-1. Solamente un tanto necesitaba Chivas para avanzar ante la derrota de Pumas contra Tigres, pero no pudieron contra su mayor rival en el Clásico Tapatío y ahora están eliminados del Clausura 2025.

Pese a que el equipo presionado por seguir con vida era Chivas, los rojinegros fueron quienes tomaron ese papel. Tal vez no había oportunidad de Play In, pero nada como arruinarle esa misma condición al mayor enemigo, además de buscar que Uros Durdevich se convierta en su primer campeón de goleo en la historia.

Justamente fue el el montenegrino la principal amenaza del Atlas y se quedó cerca de abrir el marcador con un cañonazo que reventó el poste. Ese susto fue todo lo que necesitó Chivas para espabilar, con Hugo Camberos, su nueva joya, como la llave.

El juvenil de 18 años desbordó cuantas veces quiso por la franja derecha y probó desde larga distancia en repetidas ocasiones, hasta que uno de sus disparos se desvió en Martín Nervo y dejó sin oportunidad a Camilo Vargas, para hacer soñar a los miles de aficionados Rojiblancos en el Jalisco.

Sin embargo, el festejó y el júbilo del Rebaño Sagrado solamente duró cinco minutos. “Djuka” apareció entre los defensas, para después picar sobre la salida del “Tala” Rangel y así escribir su nombre entre los libros de las leyendas Rojinegras.

Con sabor a liguilla, el duelo fue ríspido, físico y con un ambiente explosivo en las gradas, y las emociones en el campo correspondieron a la entrega del público, pero lo que más abundó fueron los errores. Si no era Teun Wilke quien le quitaba un cabezazo claro de gol de Romo, entonces Doria era el que estorbaba a Rocha, cuando el capitán ya preparaba una volea.

El nerviosismo se notó en una salida de Rangel, donde intentó hacer un amagué y le robaron el balón. Para su suerte, Raúl Martínez se encontró justo en la línea para evitar el segundo del Atlas.

Gerardo Espinoza metió a Cade Cowell y a Isaác Brizuela en busca de que alguien le salvara la noche y, seguramente, también el trabajo. Pese a que la afición pidió a Javier Hernández, “Chicharito” se quedó en el banquillo aunque Pulido no estuvo fino.

A puro balonazo y esfuerzo, el Rebaño, con el conocimiento de que Pumas perdió en Nuevo León y que solamente necesitaban un gol para avanzar, se volcaron ante la portería de Vargas pero, a igual que toda la temporada, la precisión brilló por su ausencia.

El planteamiento era tan ofensivo, que inclusive “Djuka” tuvo dos oportunidades claras para ser campeón de goleo en solitario, pero Rangel le quitó la posibilidad. De igual forma que el árbitro terminó con el tiempo de Chivas en el Clausura 2025, para así confirmar un fracaso más del Rebaño que en mayo cumplirá ocho años sin ganar la Liga MX.

 

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