Deforestación y Destructores…  Como Donald Trump

A la Vuelta de la Esquina

IVÁN RUIZ FLORES

Si bien México no es el país del mundo con mayor deforestación, sí ha padecido una severa plaga de talamontes desde hace décadas y, por ejemplo, durante los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y el tipo de Macuspana, es decir en lo que va del siglo XXI (hasta el año pasado) se han perdido anualmente 207,665 hectáreas.

Los estados con la mayor problemática son: Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Chiapas, Jalisco, Oaxaca, la región centro de la República (abarca Hidalgo, Estado de México, Morelos, Puebla, Querétaro, Tlaxcala y la Ciudad de México), Guerrero, Michoacán y Veracruz.

Se desconoce si ante la crisis económica que vive México (aunque en el gobierno no admitan que existe) se impulsará el programa expuesto en el G20 por la presidenta de la República para destinar 1% del gasto militar al programa de reforestación “más grande de la historia”, tal y como ella lo señaló el año pasado el 18 de noviembre, cuando además dijo:

“La propuesta es dejar de sembrar guerras, sembremos paz y sembremos vida”, expresó durante la Primera Sesión de Trabajo: “Lucha contra el Hambre y la Pobreza”.

No fue cualquier cosa porque, como se sabe, el G20 es el principal foro de coordinación de políticas macroeconómicas entre las veinte economías más importantes del mundo, que incluye las perspectivas tanto de países desarrollados, como de economías emergentes.

También dijo que se destinarían 24 mil millones de dólares anuales para apoyar a 6 millones de sembradores de árboles que reforestarían 15 millones de hectáreas equivalentes a cuatro veces la superficie de Dinamarca, toda la de Guatemala, Belice y el Salvador juntos o 30% de Suecia.

Y TODO SE DERRUMBÓ

TAL VEZ POR AHORA

Fue en Río de Janeiro, en Brasil durante la mencionada cumbre que dijo: 

La propuesta es establecer un fondo para destinar el 1% del gasto militar de nuestros países para llevar a cabo el programa de reforestación más grande de la historia. Significaría liberar unos 24 mil millones de dólares al año (12 veces lo que ya destina México) para apoyar a 6 millones de sembradores de árboles que reforestarían 15 millones de hectáreas, algo así como cuatro veces la superficie de Dinamarca, toda la de Guatemala, Belice y el Salvador juntos, o 30% la de Suecia”.

Por supuesto que fue una gran propuesta, pero los países del G20 no contaban con Trump y sus locuras y hoy viven, como todo el mundo, una problemática económica severa derivada de las acciones llevadas a cabo por el mandatario de los Estados Unidos.

Pero en aquel tiempo era otro mundo. De tal manera que ella, además precisó:

“Con ello ayudaríamos a mitigar el calentamiento global y restauraríamos el tejido social ayudando a las comunidades a salir de la pobreza. La propuesta es dejar de sembrar guerras, sembremos paz y sembremos vida”. 

Lo dijo al participar en la Primera Sesión de Trabajo: “Lucha contra el Hambre y la Pobreza”, pero tristemente está quedando sólo en buenas intenciones.

En esos días se atrevió a señalar: 

“¿Qué está pasando en nuestro mundo que en tan solo dos años el gasto en armas creció casi el triple que la economía mundial? ¿Cómo es que la economía de la destrucción alcanzara un gasto de más de 2?4 billones de dólares? ¿Cómo es que 700 millones de personas en el mundo aún viven por debajo de la línea de pobreza?”.

Además, ¡sorpresa! en esa ocasión aseguró que de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), “México es de los menos endeudados, con menor tasa de desempleo y en donde el salario mínimo aumentó a más del doble en seis años; se fortalece la educación y la salud pública como derechos y el 80 por ciento de las familias recibe un apoyo de manera directa. Además de que se registra el récord histórico de inversión extranjera directa y reservas del Banco de México”.

 

Evidentemente la recién llegada a la Presidencia de la República de México recibió muchos aplausos y apoyo, pero tanto ella, como los demás mandatarios no esperaban las barbaridades que está cometiendo Donald Trump contra el mundo.

Es probable que, tristemente, todas las naciones y sus mandatarios deberán esperar a que pasen los años de angustia por venir para luchar por los necesitados, los bosques y la naturaleza en general.

En el caso de México respecto a la reforestación el presupuesto para el año en curso en el caso del manejo de áreas naturales protegidas (ANP) es de 1,001 millones de pesos y es considerado el más raquítico desde 2006.

Los especialistas proponen a los mexicanos en general, colaborar para reducir la deforestación, por ejemplo: 

Consumir productos sostenibles, como papel de caña, muebles de madera certificada, o productos que no requieren grandes extensiones de terreno para su manufactura

Utilizar productos de papel de forma racional y económica

Reverdecer el área cerca del hogar

-Reemplazar los árboles cortados para leña con nuevas plantas

Crear conciencia ambiental

-Presionar a los responsables de la deforestación

-Respaldar las iniciativas de protección ambiental

-Difundir información

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