Hay desacuerdos…

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

No se admite públicamente y, sin embargo, las evidencias exhiben que entre las fuerzas castrenses no hay unanimidad para apoyar la iniciativa que crea dos ordenamientos: Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública y Ley General de Sistemas de Investigación e Inteligencia, cuyos dictámenes están concluidos -eso dicen- y estaban programados subir al Pleno, ser discutidos para su aprobación o rechazo en su caso, fueron aplazados por segunda ocasión.

Esta vez “porque es fundamental intentar acercamientos en estos instrumentos fundamentales en materia de seguridad pública” (sic. Ricardo Monreal).

Por filtraciones que han sido hechas públicas, se sabe que en las fuerzas armadas hay un elemento que les produce urticaria: estar bajo el mando de un civil quien coordinaría todas las acciones de seguridad nacional.

Para militares y marinos, es casi una ofensa que durante décadas se les haya negado el establecimiento de sistemas de inteligencia de alto contenido y, sin embargo, impulsaron y crearon divisiones dedicadas exclusivamente a la observación y análisis de las acciones que comprometan tanto la seguridad nacional -conservación y vigilancia para salvaguardar la soberanía territorial- como la interior, conceptuada como elemento vital para frenar la expansión del crimen organizado y el narcotráfico.

Al tratarse de Leyes Generales son de observancia para los tres órdenes de gobierno y, pareciera, que a los comandantes de las Zonas Militares y Navales no les “cuadra” rendir pleitesía a un civil, con excepción del Comandante en jefe de las Fuerzas Armadas -sea quien fuere el o la que gobierne el país- que sería la cabeza de todo lo relacionado con seguridad nacional y con los sistemas de investigación e inteligencia que se apliquen en el territorio nacional e incluso extrafronteras en tratándose de asuntos que pongan en riesgo la soberanía.

Desde que la presidenta mexicana otorgó facultades extraordinarias al secretario de Seguridad Pública Ciudadana, Omar Harfuh García al nombrarlo coordinador del plan nacional de seguridad para recuperar la paz, hubo comentarios no favorables provenientes de los castrenses.

Comenzaba a romperse el paradigma del monopolio de la seguridad nacional y la inteligencia, tanto de militares como de marinos y eso impidió que García Harfuch apareciera como el autor de las operaciones que han rendido frutos por los cuantiosos decomisos realizados, así como la aprehensión de criminales cercanos a las cabezas de los cárteles, sobre todo el que encabezan los Chapitos.

Para justificar el segundo aplazamiento de la primera lectura de los dictámenes, Ricardo Monreal señaló que esta nueva ley “es una necesidad, pues a través de ella se planifican y se coordinan la estrategia de seguridad y la política criminal en materia de seguridad pública, además se diseña una unidad central encargada de gestionar plataformas tecnológicas, es aprovechar la innovación tecnológica y los avances científicos, con mecanismos digitales e inmediatos, datos, información y productos de inteligencia, para combatir y para prevenir delitos de alto impacto”.

Es probable que algunos gobernadores no estén de acuerdo con “informar” lo que ocurre en sus entidades en materia de violencia, criminalidad y producción de drogas y, que, de alguna manera, hayan solicitado a sus diputados y senadores no permitir que los dictámenes transiten bajo los actuales términos aprobados por las comisiones respectivas.

Sin que se hayan hecho públicas, Monreal reconoce que “son dos leyes importantes que se deben analizar y discutir en el Congreso, hay algunas propuestas de modificación a los dictámenes que se encuentran ya en la mesa directiva de esta Cámara”.

¿Qué cambiará el espíritu de las propuestas de la presidenta mexicana?

Hasta ahora, se ha advertido que, a la jefa del Estado Mexicano, los senadores y diputados, le pueden cambiar lo que le venga, situación que no ocurría con el expresidente López, quien desde el púlpito presidencia ordenaba no cambiar un puno ni una coma a sus iniciativas, aunque estuvieran mal redactadas.

En la aprobación de estas dos leyes, se advierte la posibilidad de una relación tensa entre la Comandanta y sus tropas. 

Sin embargo, descartar lo contrario sería prematuro.

Deseable que no sea así y que la disciplina de altos mandos y ejércitos y marinos, permee en las bases.

E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Facebook Jesús Michel, en X Misionpolitica2000@gmail.com y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada

 

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