El Gobierno de Canadá busca diversificar sus alianzas militares, alejándose de la dependencia histórica de EE. UU., mediante negociaciones con la Unión Europea.
El Gobierno de Canadá inició conversaciones con la Unión Europea para reducir su dependencia militar de Estados Unidos. Entre tanto, explora la compra de aviones cazas europeos bajo negociaciones lideradas por el Primer Ministro, Mark Carney. Esta decisión refleja un giro estratégico en un contexto global cada vez más multipolar.
En este contexto, el Ministro de Defensa, Bill Blair, está a cargo de supervisar esta transición y evaluar alternativas a los cazas estadounidenses F-35. Dicha revisión responde a las crecientes tensiones entre Ottawa y Washington, exacerbadas por las declaraciones de Trump.
Asimismo, Canadá rechaza cualquier intento de subordinación y reafirma su independencia política y militar. Las fricciones comerciales y arancelarias entre ambos países han impulsado a Canadá a fortalecer lazos con Europa.
El Gobierno de Carney insiste en que Canadá nunca será parte de Estados Unidos, con énfasis en ratificar su soberanía e independencia.
Esta estrategia marca un paso hacia una política exterior más autónoma y diversificada, adicional a reflejar un intento por fortalecer su autonomía en un contexto internacional de múltiples centros de poder, donde la hegemonía pierde fuerza. Telesur
