ALBERTO F. MENA MALLEN
¿Qué tal el acarreo?
Calcularon unos 350 mil asistentes a los festejos de la presidenta por haber logrado una pausa en la aplicación de los aranceles impuestos por el presidente naranja, Donald Trump a México y Canadá.
Algo que no dicen, es que esta pausa fue primordialmente por las presiones al interior de los Estados Unidos hacia el magnate gringo, por quienes ven que las decisiones que se están tomando lastiman su economía, la del país, así como de sus habitantes y de pilón a otras tantas naciones.
Pero en esta ocasión algo salió mal, quizá el poco interés que se tiene por la figura de Sheinbaum, porque predominó el hecho de la foto con Andy López Beltrán, ya que para quienes les ha cambiado la plana en el Legislativo, y otros altos funcionarios de Morena, era más importante dicha foto que estar pendientes del paso de la presidenta (con a), luego de saludar al pueblo bueno.
Tan es así, que en los medios de comunicación y en redes sociales destacaron este asunto, más que sus mensajes de felicidad por haber obtenido una prórroga de un mes para que no se aplicaran los aranceles a México, aunque si hubo para el aluminio y acero, que provocará mayor inflación la cual hasta el momento no se ha podido controlar en nuestro país.
Igualmente era más importante quedar bien con el macuspano, quien continúa influyendo en las decisiones gubernamentales con el grupo de paleros que tiene en las cámaras de diputados, de senadores y en su partido y que hasta el momento no se ha notado que la mandataria capitalina se haya separado de sus influencias. Tal vez una de las pocas decisiones que sí cambiaron fue el desaparecer el plan de “abrazos y no balazos”, debido a las presiones de los Estados Unidos.
También hay que recordar que sucedió lo mismo con los festejos de la presidenta para lograr el apoyo de un poco más de 30 millones de mexicanos y alcanzar la máxima silla del poder en México. Hubo festejos, mensajes y casi alfombra roja para que los funcionarios de Morena, se pavonearan por estar presentes en dichos eventos en los que se gasta demasiado dinero necesario para otros rubros.
Y así, mucha felicidad, aunque siempre es lo mismo. Gastos superfluos mientras millones de mexicanos carecen por ejemplo de un adecuado servicio de salud, al no tener una atención como la que brindan en Dinamarca y sí tener una pésima educación o malos servicios públicos que siguen deteriorándose con los días por la falta de atención.
La periodista sonorense Reyna Haydee cuestionó a la Kalca en la mañanera sobre el acarreo que se realizó para llenar la plancha central del zócalo, afirmaciones que fueron negadas por la doctora Sheinbaum quien sostuvo que la asistencia fue resultado de una organización legítima, mientras que la periodista señaló que hubo personas que fueron llevadas sin su consentimiento, hechos registrados en las redes sociales.
Con sus otros datos, la mandataria dijo ante los señalamientos, que la renta de autobuses para trasladar a simpatizantes desde distintos estados es parte de una movilización legítima y no necesariamente un acarreo.
“Que la gente rente un camión y venga junta, porque ¿cómo quieres que vengan de Oaxaca, de Chiapas o de otros lugares? ¿Caminando? No creo. Eso es organización, no acarreo.”, dijo.
Pero siempre que se le cuestiona sobre el particular, ha desmentido este hecho, aunque la realidad la contradiga, ante el cúmulo de mensajes en redes sociales que señalan pagos a los asistentes para tener mayor cantidad de personas en los mítines.
Hubo un mensaje no muy común, en el sentido de que Cart Weiland, representante de Estados Unidos, criticó en la Comisión de Narcóticos de la ONU, en Viena, Alemania, el evento que encabezó este domingo la presidenta Claudia Sheinbaum en el Zócalo.
“Ayer hubo una gran fiesta en el Zócalo. Mucha música, mucha fiesta. Quizás todos celebraban el fin de ‘abrazos, no balazos’. Pero parece demasiado pronto para festejar cuando mujeres y niños siguen siendo asesinados a tiros en lugares como Guanajuato”, apuntó el representante en la Comisión de las drogas de la ONU.
Claudia Sheinbaum, dijo el pasado martes que enviará una nota diplomática a Estados Unidos por los comentarios ante una comisión de narcóticos de la ONU por esta critica que convocó al “festejo” así como a la política de seguridad del país.
Cartwright Weiland, de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley, dijo que le parecía “demasiado pronto” para festejar cuando aún hay graves casos de violencia en México, sobre el mitin masivo de Sheinbaum el domingo donde celebró un acuerdo con su homólogo Donald Trump que frenó los aranceles a los productos mexicanos.
Aunque destruyan al país, los morenistas festejan todo, desde el robo de los recursos de los fideicomisos que eliminaron, hasta las “inauguraciones” de las obras emblemáticas del ahora llamado “narco-presidente”, donde se han y siguen erogándose recursos públicos que limitan a otros sectores como el de salud, donde los mexicanos siguen muriendo por la falta de atención médica y de medicinas.
O la destrucción del poder judicial que llevan a cabo, el cual se concretará en el mes de junio, al votar por sus integrantes de una manera única en el mundo, presumen. Y si nos vamos a los municipios, hay un ejemplo muy simpático: el alcalde morenista de San Juan de Sabinas, en Coahuila, Mario Alberto López, al celebrar por tres días su cumpleaños con la asistencia del pueblo bueno, y que calificó como “norteño-mayito-fest”, regaló dólares a los asistentes en 2022.
También festejaron la sentencia que se le otorgó a Genaro García Luna por 38 años de cárcel, pero hasta la fecha nadie festeja sobre las acusaciones que se le brindan a AMLO y a la propia Sheinbaum, de tener tratos y relaciones con líderes del narcotráfico, lo que poco a poco se conoce a través de los medios de comunicación y de redes sociales y que solo se niega, pero nunca desmentido.
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