
ULISES CORONA*
El concepto de soberanía se ha incrementado en su complejidad y aplicabilidad, desde su definición clásica en el siglo XVI por J. Bodin y su consolidación en el pensamiento moderno con T. Hobbes, hasta su redefinición en el contexto contemporáneo. Hoy en día, la idea de soberanía enfrenta múltiples desafíos y transformaciones debido a factores como globalización, la interdependencia económica, los organismos supranacionales y las crisis internas de los Estados; los temas actuales a referir son en mi opinión los siguientes:
- La soberanía en un mundo globalizado: El concepto tradicional de soberanía, entendido como el poder absoluto y exclusivo de un Estado sobre su territorio y población, éste, se ha visto limitado por la creciente interdependencia entre los países. Organizaciones como la ONU, la OMC o la UE han creado estructuras que, en muchos casos, condicionan las decisiones soberanas de los Estados. Es el caso de la Unión Europea: Los estados miembros han cedido parte de su soberanía a las instituciones comunitarias en aspectos como el comercio, la política monetaria (en la Eurozona) y ciertas regulaciones comunes, también, los tratados internacionales, los acuerdos como el Tratado de París sobre el cambio climático que imponen compromisos que limitan la autonomía plena de los Estados.
- Soberanía y crisis de legitimidad del Estado: En muchos países, la soberanía se enfrenta a desafíos internos debido a conflictos políticos, sociales y económicos. Los casos recurrentes son: Los movimientos secesionistas, regiones como Cataluña en España o Escocia en el Reino Unido han cuestionado la soberanía estatal, buscando mayor autonomía o independencia.
De igual forma: Los llamados estados fallidos, casos como Venezuela, Somalia o Afganistán, la soberanía estatal se ve debilitada por crisis políticas y la incapacidad del gobierno para ejercer control total sobre su territorio.
- Soberanía digital y tecnológica: En el presente siglo XXI, la soberanía ya no es sólo territorial, sino también tecnológica. La dependencia de las grandes corporaciones tecnológicas (Google, Apple, Microsoft, entre otras.) y la ciberseguridad han llevado a los Estados a replantear su soberanía en este ámbito, lo que conlleva a la regulación de datos, siendo el caso de que la UE ha promovido regulaciones como el RGPD para proteger la soberanía digital de los ciudadanos frente a las empresas.
También afecta la guerra cibernética: Estados como China, Rusia y Estados Unidos, han desarrollado estrategias para defender su soberanía en el ciberespacio y ejercer influencia en otros países.
- Soberanía y nuevos desafíos geopolíticos: La soberanía también se ve desafiada por conflictos geopolíticos como la guerra en Ucrania, donde la invasión rusa ha puesto en cuestión el respeto a la soberanía territorial. Además, la competencia entre China y Estados Unidos refleja una lucha por la soberanía económica y tecnológica en el mundo.
Por lo que; el concepto de soberanía sigue siendo central en el derecho internacional y la política, pero su significado ha cambiado en la era global. Ya no es un poder absoluto e incontestado, sino un principio en constante negociación entre los Estados, los organismos internacionales, el sector privado y la sociedad civil. La soberanía moderna es más flexible, compartida y, en muchos casos, limitada por la realidad interdependiente del mundo actual.
El debate se centra en el caso de México cuando el tema es recurrente en todo discurso oficial y manifestación institucionalizada de comunicación; advierto que desgastar el concepto, perderá valor y significado, se requiere, opino: una redignificación de la idea de soberanía nacional, siendo esta no sólo una visión territorial o geográfica, sino también una valoración de hechos y resultados de la acción de gobierno, donde inseguridad, impunidad, corrupción y nepotismo demeritan más a la soberanía de las instituciones y los valores de las y los ciudadanos que por principio de cuentas somos sustentadores de esta soberanía.
Académico universitario*