
ULISES CORONA*
Tema obligado a reflexionar y debatir, será el relevo que en su momento deberá de darse en la sucesión papal, no es una figura menor y menos así que pase desapercibido. El cambio traerá consigo, nuevas horas de análisis y muchas líneas de tinta sobre cuál deberá de ser el siguiente paso en la consolidación de la Santa Sede y con ello la iglesia católica y sus millones de feligreses.
Muy aparte del importante sustento religioso y que, en términos de seguidores de la fe, pueda tener la vida y obra del actual Papa. El Estado del vaticano tiene particular importancia, es un Estado Nacional con sus categorías de derecho público internacional, en su territorialidad y su autosuficiencia financiera, el Vaticano representa un equilibrio doctrinario y mayormente geopolítico.
Lo que estamos por mirar es el tránsito hacia el denominado “cónclave” que es el complejo proceso mediante el cual se elige a un nuevo Papa cuando la sede papal queda vacante, ya sea por fallecimiento o renuncia del Pontífice.
Aquí están los pasos principales del cónclave:
- Vacancia de la Sede Apostólica: Ocurre cuando el Papa fallece o renuncia, si el Papa muere, el Camarlengo verifica su fallecimiento y toma control de la administración temporal de la Iglesia; y dicho con todo respeto, si el Papa renuncia, la vacante comienza en la fecha especificada por él.
- Congregaciones Generales: Se reúnen los cardenales en Roma para discutir los asuntos de la Iglesia y preparar el cónclave, a partir de ahí, se establece la fecha de inicio del cónclave; como dato importante se jura mantener el secreto del proceso.
- Entrada en el Cónclave: Sólo los cardenales electores (menores de 80 años) pueden participar en la votación, seguido de ello, se celebra una Misa especial en la Basílica de San Pedro, de ahí los cardenales se trasladan a la Capilla Sixtina, donde se realiza la elección.
- Votaciones: Como parte nodal del cónclave, se realizan hasta cuatro votaciones por día (dos por la mañana y dos por la tarde), el procedimiento señala que, para ser elegido Papa, un candidato debe obtener al menos dos tercios de los votos; y si después de varias rondas no hay un elegido, se puede hacer una votación entre los dos con más votos.
- Fumata o señal de Humo: Humo negro: No hay elección, contrario a ello, humo blanco: Se ha elegido un nuevo Papa.
- Aceptación y Proclamación: El cardenal elegido es preguntado si acepta el papado. Si acepta, elige su nombre pontificio, el cardenal protodiácono anuncia al mundo: “Habemus Papam”, el nuevo Papa aparece en el balcón de la Basílica de San Pedro y da su primera bendición “Urbi et Orbi”.
Este proceso, es importante señalar, sigue normas estrictas establecidas en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis de Juan Pablo II y otras disposiciones más recientes; amén de las leyendas y tradicionalismos de novela, que suponen verificaciones de la masculinidad del elegido, o de la importancia de determinar su nuevo nombre por el que será conocido y mundialmente nombrado, o si de la corrección de las zapatillas a calzar y la acertada medida del anillo papal; lo importante es que el mundo cristiano deberá de reflexionar al respecto de las muchas prácticas que deberán de reinventarse y reinterpretarse, el mundo en su vertiginosa re edificación, que sostiene mando y rumbo de fe y esperanza, requiere de nuevas reflexiones y muchas vivencias reinterpretarías de la vida en tierra, sus demonios que están sueltos y la creencia que en futuro tenemos esperanza.
Académico Universitario*