
Los Dados de Dios
NIDIA MARIN
Hoy martes 4 de Marzo de 2025 es el “Día D” para México. El letal agente naranja anunciará cómo será la crucifixión económica. ¿O en los siguientes días?
Y por ello, nuestro país está con el alma en un hilo.
Al tiempo, los evidentes ataques de Trump persisten no sólo para su vecino del sur, sino tristemente también contra Ucrania tras la exhibición de su preferencia por Rusia.
Semana clave esta, en la cual este letal personaje informará lo que tiene planeado para México, tras la prórroga de un mes, aunque ya lo dejó entrever la semana pasada al declarar en conferencia de prensa: “…los aranceles van hacia adelante, a tiempo y según lo previsto”.
Ello significa, desafortunadamente, que no moverá un dedo del renglón.
Y aunque ambos países tienen otras naciones que los apoyan, el poderío del gigante del norte no puede soslayarse si Trump, conjuntamente con sus amigos multimillonarios, pretende decidir por los millones de seres humanos en las naciones.
Los estudiosos señalan que América Latina siempre ha sido vista por el actual mandatario como “un problema” y sin posibilidad de alianzas.
Hoy, el apoyo al autoritarismo es evidente, ante las simpatías del estadounidense por gobernantes como los de Argentina, Ecuador y El Salvador y las confrontaciones con México, además de las evidentes problemáticas con Cuba, Brasil, Venezuela y Colombia.
Los analistas internacionales, como Wola, exponen lo que sucede en la actualidad:
“La ayuda internacional a América Latina y el Caribe administrada por el Departamento de Estado y USAID ascendió a poco más de $2 mil millones en el año fiscal 2023, el año más reciente para el cual se dispone de una cifra exacta. Si bien esto representa sólo una fracción de los 45 mil millones en ayuda internacional base de EE.UU. destinados a programas del Departamento de Estado y USAID ese año, es suficiente para garantizar que la pausa de 90 días en el uso de fondos, junto con la posibilidad de que los programas acordados sean modificados o cancelados, cause un gran perjuicio. Esto ha generado una profunda incertidumbre y alarma entre los “socios implementadores”: organizaciones de la sociedad civil, organismos internacionales y contratistas en toda la región. Muchas de estas entidades se han visto obligadas a cancelar eventos, despedir personal y evaluar cómo -o si- podrán cumplir con sus compromisos”.
¿DÁNDOSE UN
BALAZO EN EL PIE?
Los hechos también indican que Estados Unidos está “shooting yourself on the foot”
La preocupación en México y en América Latina es válida y la fundamentan, -aunque Trump y sus millonarios asesores no la vean de tal manera- por lo cual exponen:
“Lejos de hacer que Estados Unidos sea más seguro, fuerte y próspero, la suspensión de la financiación y la incertidumbre sobre los fondos futuros socavan los intereses fundamentales de Estados Unidos en una medida difícil de comprender. Está debilitando activamente los esfuerzos para abordar las razones por las que millones de personas huyen de América Latina y el Caribe, como los conflictos armados, la violencia del crimen organizado, la corrupción desenfrenada, el retroceso democrático, el cierre del espacio cívico, la debilidad de los sistemas judiciales y del estado de derecho, la inadecuada vigilancia policial y seguridad pública, la violencia de género, la exclusión de los mercados formales y la vulnerabilidad al cambio climático”.
Pero México poco puede hacer al respecto. Hasta ahora sólo ha dado respuestas que nada tienen que ver con el presente, ni con el futuro cercano.
Desde el martes de la semana pasada Claudia Sheinbaum abordó el tema. En su conferencia de prensa matutina señaló que la denominada “reciprocidad de los aranceles” con México y Canadá de la que habla Donald Trump significa que “… si un país pone impuestos a las exportaciones o importaciones, dependiendo, es decir, si los productos norteamericanos al entrar en Europa tienen un impuesto, una tarifa, entonces él dice que en reciprocidad Estados Unidos les va a imponer una tarifa”.
Aclaró: “Nosotros no tenemos ninguna tarifa entre Estados Unidos y México, entonces si vamos al tema de reciprocidad, quedaríamos como estamos ahora”.
Es decir, sin aranceles.
Por cierto, México no sólo se ubica en ese Tratado, sino en 13 más con 50 países, así como 30 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones (APPRIs) con 31 países o regiones administrativas y 9 acuerdos de alcance limitado (Acuerdos de Complementación Económica y Acuerdos de Alcance Parcial) en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).
Y, además, participa activamente en organismos y foros multilaterales y regionales como la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Mecanismo de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y la ALADI.
Ciertamente, con América del Norte los Tratados son cuatro: Tratado Entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), Asuntos Bilaterales México-Estados Unidos, Asuntos Bilaterales México-Canadá y Sistema de Información Sobre Comercio Exterior (SICE).
Sin embargo, hoy, nuestro país está “con el Jesús en la boca” por uno sólo de los tratados, utilizado con maldad por Donald Trump: el T-MEC.
Y dedicada a lo que viene gracias al amargo naranja del otro lado, una canción de Chava Flores, Por ello, dedicada al letal agente naranja, va la canción de Chava Flores, “El Gato Viudo”:
“Cuando la luna se pone regrandota / Como una pelotota y alumbra el callejón / Se oye el maullido del triste gato viudo/ Y su lomo peludo se eriza con horror.
“Pero no falta quien mande un zapatazo/ Que salga hecho un balazo a quitarle lo chillón / Y en el alero del místico tejado / El gato se ha quejado cantando esta canción:
“-Para curar mi mal de amores / Dijeron los doitores que no había salvación / Ora me dicen gato viudo
Porque una gata pudo quitarme lo chiquión.
“Antes sacaba del mandado / Me daba pa’ mi helado, mi cine y mi jurbol / Ora con lo que me ha pasado/ Me tiene más enfriado que un hielo de jaibol.
“Con esta triste y maullida serenata / La noche es una lata, no duerme el más gallón / Salió una vieja con cuetes, crema y bata / Y le pidió a la gata tuviera compasión.
“Pero la indina se hace la remolona/ Pos’ dice la patrona que ya no dé jalón / El pobre gato está pagando el pato/ Allá va otro zapato y allá va otra canción…”