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Los Dados de Dios
NIDIA MARIN
La mentira, como arma política, ha sido utilizada en México sistemáticamente desde diversas instituciones y con el aval de la Presidencia de la República.
Hoy, el engaño y las falsedades, de las cuales estuvo plagada desde Palacio Nacional la administración pasada, hacen mella en todos los ámbitos de la República, mientras una anarquía se presenta en el Congreso de la Unión, donde las reglas dejaron de existir para los grupos predominantes, en tanto nula ha sido la respuesta “con a” a toda la severa problemática que afecta la República Mexicana y a sus habitantes.
Y no se puede decir que el anterior fulano apoltronado en la Silla del Águila no dejó escuela. Por el contrario, hoy se utiliza un día sí, y el otro también, conjuntamente con el atole con el dedo que no es otra cosa que el engaño al pueblo.
México vive una de las etapas más críticas de su historia, en lo político, lo económico, lo social y en la seguridad, fundamentalmente y lo más grave es que pareciera que existe una estrategia de mentir para ocultar la realidad y mantener el poder, salirse con la suya mediante el disfraz de los hechos y la manipulación de la opinión pública.
Pero es el siglo XXI y el atole con el dedo está dejando de ser efectivo.
Como señalara en su momento el doctor Rubén Aguilar Valenzuela, académico del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana sobre el cuarto informe de gobierno del presidente que apenas se fue: “…se estructuró con base en la mentira para presentar un país que sólo existe en la imaginación del presidente”.
Pero en el mismo tenor estuvieron los seis informes.
MAYOR GASTO Y
MÁS ENDEUDAMIENTO
Como señala uno de los más recientes análisis de México Evalúa sobre el Programa de Gasto Público publicado en Números de Erario, con pelos y señales:
“AMLO llevó el gasto público a 9.1 billones de pesos o 27% del PIB, el máximo nivel desde que se tiene registro (1990). A pesar de la promesa inicial de austeridad, el gobierno gastó de más mediante mayor endeudamiento.
“Las prioridades se centraron en pensiones asistenciales (adultos mayores y discapacidad), apoyos a Pemex, megaproyectos como el Tren Maya y la militarización de la seguridad, mientras que áreas clave como salud, educación y seguridad civil sufrieron recortes.
“El gasto en subsidios y pensiones (contributivas y no contributivas) fue prioritario, pero generó un déficit de 217 mil millones de pesos. Además, el costo financiero de la deuda alcanzó 3.4% del PIB. En conclusión, la política de gasto de AMLO fue cortoplacista y fiscalmente insostenible, con implicaciones negativas para el crecimiento económico y la equidad regional”.
Además, dicha institución también expone, entre muchas verdades:
“La política de ingresos de López Obrador fue un fracaso. Durante todo su mandato, éstos se mantuvieron estancados respecto del tamaño de la economía y por habitante apenas crecieron 3%. Además, se quedaron muy por debajo del desempeño logrado por otros presidentes.
“Aunque sí hubo mayor recaudación de impuestos, fue por los mayores ingresos por IEPS que antes no se cobraba y por la estrategia de presionar a los contribuyentes cautivos. No obstante, debido a que no se realizó la necesaria reforma fiscal, no hubo mayor incremento en el cobro del ISR o del IVA.
“Lo peor es que los pocos avances tributarios se dilapidaron por los 2.2 billones de pesos en apoyos fiscales a Pemex, sin que entonces ni ahora se observe una mejora productiva en la empresa. De hecho, redujo su producción a niveles históricos”.
Mientras tanto, da escozor la falta de conocimientos de la actual administración en materia de gobernanza.
Caben pues algunos de los versos de la composición de Oscar Chávez: “El Pueblo y el Mal Gobierno”:
“Soy el pueblo y hablo tosco, / ¿gobierno, que pasará? /
dices que soy tu papá / y casi ni te conozco.
“Yo no soy un San Juan Bosco ni soy la biblia sagrada, /
soy pura plebe pelada.
“Gobierno ¿Qué te has creído? / Yo siempre te he conocido/ como hijo de la…tostada.
GOBIERNO:
“Pueblo mío, mi pueblo amado / soy tu hijo y tu servidor: /
el policía, el senador, / el líder, el diputado. / El Ejército, el soldado/
son para tu protección”.
PUEBLO:
“Anda y haz tonta a tu tía, / yo recibo y sobran casos / del soldado culatazos, / mordidas del policía. / Del diputado falsía / y del judicial bribón, / patadas y vejación.
“Oye gobierno canijo, / si dices que tú eres m’ijo / no te portes tan…bribón”.
GOBIERNO:
“Yo sé bien que me criticas / pero no es cuestión de tranzas, /
ocupado en tus finanzas/ no se si te perjudican.
“Se que hay muchos que trafican: /coyotes, intermediarios, / pero en bien de la Nación/ Pueblo, todos esos son /leves males necesarios”.
PUEBLO:
“Cuales males necesarios, / que finanzas ni que nada. / Contigo se hacen manada / tranzas y permisionarios.
“Los compromisos bancarios / te traen hecho un desencuadre perrunco y nadie te ladre /con las crisis y las penas. /
“Un día que no esté de buenas / te voy a partir la…mother.
Y solamente un verso más, aunque faltan varios:
PUEBLO:
“A mí no me eches la soga, / no soy chile de tus moles. /
“Yo ni un plato de frijoles / he tenido de esa droga.
“Hasta ahorita que te ahoga / quieres que sea mío el eructo, / la deuda es tuya por bruto / y por tanta corrupción.
“Mula gobierno chillón, / se me hace que hasta eres…de esos”.
Y el remate:
“En nuestra Patria en lo actual! / Somos cada vez más grito. /
México no es el indito /sentado bajo el nopal”.
Por eso ¡basta de mentiras!