Discurso pobre ¿o qué es?

Punto de Vista

 

Por Jesús Michel Narváez

 

Cuando los mensajes, discursos o respuestas a preguntas que se le formulan, dejan de interesar, es momento de hacer cambios.

Por extraño que parezca, lo expresado por la presidenta mexicana en su gira de fin de semana no mereció comentarios ni despliegue en los medios impresos, poco en la televisión, más escasos en la radio y en las redes fue difícil encontrar algo.

Si la voz presidencial no es escuchada o no es difundida, algo nada bueno está pasando.

México, el gobierno, los ciudadanos, están en el brete de la incertidumbre y no saben que pasará en horas, días o semanas y, es cuando más se requiere de un discurso, mensaje o declaración con fuerza y contenido que haga vibrar a quienes lo escuchan.

A fuer de repetir las mismas palabras y cobijarse falsamente en el lábaro patrio para insistir en que habrá cooperación y nunca sumisión, porque México es un país libre, independiente y soberano. “No somos colonia de nadie”, se insiste en pregonar en cualquier acto, evento o momento sin distinguir a quien se dirige. Porque México dejó de ser colonia hace 205 años y desde entonces ha sido el manjar deseado de los poderosos.

Dirán misa quien creen poseer la verdad, pero mirando hacia atrás, antes del 2018 y deteniéndonos en 1847, la frase que hizo historia y pronunciada por quien poco antes de que se declarara la independencia y que se resume en cuatro palabras tiene solidez y sentido: La Patria es Primero.

Frase ubicada en los muros del Poder Legislativo y la pintura-retrato de Guadalupe Victoria no se ignora ni por los apátridas.

Desde hace días, tanto la “información” como los mensajes de fin de semana o los expresados en reuniones con empresarios, políticos, legisladores y nunca con las oposiciones, que surgen de las “mañaneras del pueblo bueno” no impactan en ningún medio y solamente algunas agencias internacionales noticiosas como Sputnik, teleSURtv.net, suben a sus portales algunos fragmentos de las palabras presidenciales. Otras importantes de manera global como AP, EFE, AFP, ABC_news, Reuters -enfocado más a temas económicos y financieros-, se limitan a divulgar lo que, a su juicio, tiene interés para sus suscriptores, es decir, los medios de comunicación tradicionales.  

De llamar la atención el silencio, veto, bloqueo o como se le quiera llamar, en las redes sociales.

Ello implica que los cibernautas han perdido el interés en las palabras con sello gubernamentales.

Si a la gente no le despierta curiosidad, cuando menos, deben entenderse que existe la urgencia de cambiar lo que se dice.

Es probable que el cansancio de escuchar el mismo cliché, distante de la realidad y triunfalista sin que haya victoria alguna, influya para desairar propuestas y anuncios. De éstos, lo preocupante es la ausencia de opiniones ciudadanas en tratándose de iniciativas de ley que solamente responden al interés político de una presunta ideología y no a lo que la gente reclama, aunque se diga que el pueblo les dio el poder para mandar.

Ante lo expuesto, hay que recordar que desde el gobierno se afirma que “el pueblo es el que manda” y, hay que decirlo, no es escuchado para nada.

Emergen los caprichos, las “ideas propias” y la enfermedad ótica de los que detentan el prestado poder, se convirtió en epidemia.

La pobreza de oratoria, de contenido, de mensaje potente, lleva a que las palabras de la presidenta aparezcan en pequeños recuadros de las primeras planas, mientras que las órdenes ejecutivas de la Casa Blanca ocupan lo que llamamos en el argot periodístico, la de OCHO.

E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Facebook Jesús Michel, en X @michelnarvaezjesus y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada

 

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