ALBERTO F. MENA MALLEN
Y sigue la 4T dándonos sus “otros datos” a los mexicanos.
Además, con mentiras y cinismo.
Recordemos que el mentor de la presidenta “con a”, el macuspano tabasqueño, Andrés Manuel López Obrador, fue uno de los principales defensores de “sus otros datos”, a pesar de que se argumentaba que estos datos -duros-, eran proporcionados por las instituciones gubernamentales, y nunca cambió su postura pese a que mentía sistemáticamente.
Ahora la mandataria “con a”, usa el mismo sistema mintiendo olímpicamente cada vez que puede, aunque sea descubierta que lo hace, no enmienda su postura sin importarle que se le pierda confianza entre sus seguidores, ya que quienes pensamos distinto a los morenos, ya tenemos bien definido nuestro criterio en relación a su proceder, debido a que nos percatamos de que es una enfermedad de los populistas mentir a sus huestes para impresionarlos.
Frecuentemente, desde su campaña electoral, la doctora Sheinbaum ha proporcionado sus “otros datos”, como cuando asistió a la Conferencia del Episcopado Mexicano el cual convocó a los tres candidatos a la presidencia de la República a la Firma del Compromiso por la Paz, y donde la susodicha afirmó que tal documento presentaba una visión “pesimista”, cuando se asegura que hay en México un proceso de degradación acelerada, lo que significa que la actual jefa del gobierno federal vive en el país de sus otros datos, mientras el dolor, la violencia y la impunidad carcomen a la nación.
Ante la inseguridad y la violencia que se padece, en los mexicanos prevalece la desconfianza, el miedo y la incertidumbre, porque las grandes redes de criminalidad han aumentado, aparte de que la delincuencia común alimentada por la marginación, así como la búsqueda de reconocimiento y justicia social crecen de manera alarmante.
Y lo que es peor, destaca en sus últimos informes sobre la delincuencia en el país que los homicidios han disminuido, pero lo que se conoció posteriormente por especialistas del tema, fue que los crímenes son registrados como personas desparecidas y el tomar datos de diversas instituciones para poder presumir su trabajo en contra de la delincuencia.
De su pleito con la suprema Corte de Justicia de la Nación, desde que comenzó la presidenta “con a” ha asegurado que buscan modificar el sistema judicial por la corrupción que impera en ese poder, pero nunca ha señalado que esta ilegalidad se presenta en mayor medida en otros niveles que no pertenecen a dicho órgano judicial, sino a los ejecutivos de los Estados del país, porque son los ministerios públicos, las policías municipales y los jueces locales, los implicados en estas prácticas deshonestas.
Tampoco ha aceptado que la militarización del país está o sigue en marcha. En cambio ha asegurado que no existe porque la cabeza de la secretaría de seguridad ciudadana federal la encabeza un civil, o tal vez, porque ahora la Defensa Nacional la han dado un vuelco empresarial al permitirles que construyan obras públicas, como los elefantes blancos del Tren Maya, la refinería Dos Bocas y la terminal aérea Felipe Ángeles o que reparen carreteras, o que se dediquen al turismo con la construcción de hoteles y lugares recreativos.
Aún más: Durante la reunión del G-20, la mandataria mexicana “con a”, en su primera intervención, proyectó a México como un país del primer mundo, como Dinamarca, ya que aparecieron los otros datos: “México es de los países menos endeudados de la OCDE, con menor tasa de desempleo, el salario mínimo aumentó más del doble en seis años. Se fortalece la educación y la salud pública como derechos y el 80% de las familias recibe un apoyo de manera directa”.
Agregó “Estamos en el récord histórico de inversión extranjera directa y reservas del Banco de México. Se construyen trenes, carreteras, puertos y aeropuertos. La pobreza se redujo en más de 9 millones de personas y disminuyen las desigualdades”.
También afirmó que en México hay democracia, hay libertades y se fortalecen las instituciones de seguridad, de justicia y se construye la paz, pero no habló del empoderamiento de los cárteles de la droga, que se han adueñado de varias regiones del país, ni de los 220 mil homicidios dolosos y los 50 mil desparecidos que registra la 4T.
Tampoco ha querido mencionar en ninguno de sus mensajes mañaneros el por qué quiere modificar a modo de la 4T al poder judicial con la farsa de la elección de jueces, magistrados y ministros, lo que según información de redes sociales, ya la Casa Blanca amenazó con retirarse del T-Mec, en caso de que se apruebe dicha reforma porque no habrá certeza para las inversiones que puedan llegar a la República Mexicana, sobre todo con el nearshoring muy en boga actualmente por los pleitos entre las naciones.
De la posibilidad de que Trump envíe tropas especializadas para encontrar a personajes del hampa, Sheinbaum amenazó con utilizar nuestra independencia y soberanía como nación, si se atreven los americanos en aplicar esta medida, pero está dejando de lado una alta posibilidad de que, sí lo lleve a cabo, ante la inacción del gobierno mexicano y su relación para combatir a los narcos que generan problemas en ambos países.
Otro asunto que se reabrió fue el del general Salvador Cienfuegos, donde se mostró de nuevo el uso de las mentiras y sus otros datos, ya que en una acalorada “mañanera”, destacó que este personaje fue dejado en libertad ante la falta de pruebas por parte de la justicia americana, lo que fue desmentido por personas que conocieron del caso en el país vecino, al asegurar que lo dejaron libre a petición de AMLO, quien prometió continuar el proceso judicial en México, lo que nunca pasó, y tampoco se dijo que fuera inocente.
La utilización de esos “otros datos”, ha dado pauta a que la impunidad y la falta de transparencia se amplíen y profundicen en estos gobiernos morenistas, los que han buscado de cualquier forma esconder sus tropelías y saqueos de las arcas públicas, así como de evitar que quienes las cometan estén tras las rejas al darles protección a toda costa, incluyendo su credibilidad ante el pueblo sano y bueno.
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