Axel Rudakubana, el joven que en julio del año pasado asesinó a puñaladas a tres niñas en Southport, al norte de Inglaterra, fue condenado este 23 de enero a un mínimo de 52 años de prisión, informó la prensa local.
De acuerdo con los reportes, el juez Julian Goose dio una sentencia de por vida, sin embargo, debido a que la ley británica no permite la cadena perpetua para menores de edad y Rudakubana tenía 17 años cuando cometió los crímenes, determinó un mínimo de 51 años y 190 días de cárcel, restando los días que el joven permaneció en prisión desde que fue detenido.
«[Axel Rudakubana] pasará casi todo el resto de su vida en prisión. Considero que es bastante probable que nunca sea liberado y que esté toda su vida en la cárcel, dijo Goose al leer la sentencia.
Añadió que, de haber sido mayor de edad, habría condenado a cadena perpetua al adolescente, sin considerar un periodo mínimo.
El asesino fue condenado por 16 cargos, incluidos el de producción de ricina, una toxina letal que se extrae de la planta de ricino, así como de la posesión de un manual de entrenamiento de Al Qaeda (organización terrorista prohibida en Rusia).
«Estoy seguro de que Rudakabana tenía una intención fija y determinada de llevar a cabo estos delitos y que si hubiera podido, hubiera asesinado a todos y cada uno de los menores, a los 26 de ellos, así como a todos los adultos que se hubieran interpuesto en su camino», comentó Goose.
El 20 de enero, Rudakubana se declaró culpable del asesinato en julio de 2024 de las niñas Alice de Silva, de nueve años; Bebe King, de seis, y Elsie Dot, de siete, además de intentar asesinar a ocho menores más y un adulto, cuando estos participaban en una clase de baile en Southport, Inglaterra.
El crimen desató una oleada de manifestaciones y disturbios en distintos puntos del país como Manchester, Liverpool y Birmingham, entre otros, en contra de la inmigración ilegal, luego de que se dio a conocer en la prensa que el joven era solicitante de asilo.
El caso de Rudakubama también evidenció los fallos en el sistema británico de prevención de crímenes relacionados con el terrorismo, luego de que se dio a conocer que el joven habría sido atendido por diversas instituciones estatales en repetidas ocasiones desde que tenía 13 años.
Tras darse a conocer la condena, el primer ministro británico, Keir Starmer, declaró que los asesinatos de Southport son «uno de los momentos más desgarradores» en la historia del Reino Unido.