Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Alguien puso en boga la concepción de que no hay necesidad de acudir a una reunión y menos si las partes se encuentran en lugares distantes, porque para eso “están los teléfonos, las videollamadas y los mensajes a través de las plataformas de las redes sociales”.
Es posible que haya razón en la explicación. Sin embargo, es de dudarse que asuntos delicados -de cualquier índole- puedan y deban tratarse a distancia. Lo que es seguro, es el diálogo personal y detectar la reacción, la gesticulación, el movimiento de las manos, que en muchos de los casos revelan las intenciones del interlocutor.
En Palacio Nacional parece no entenderse la diferencia entre “saludo cordial” y “diálogo”.
La actual presidenta de México hizo pública la comunicación que sostuvo con Donald Trump, el 6 de noviembre de 2024, en el momento en que fue ratificada su victoria en la liza presidencial y de la afirmó en su cuenta de X: “Tuvimos una llamada muy cordial con el presidente electo Donald Trump en la que hablamos de la buena relación que habrá entre México y Estados Unidos”.
Del otro lado de la línea, la versión del republicano: «tuve una conversación muy agradable» con la presidenta de México, a quien calificó de «una mujer muy agradable».
«Pero ella me dijo: ‘¿por qué me estás haciendo esto?’. Yo le dije: ‘No. Sólo estoy poniendo muchos aranceles porque están permitiendo que los criminales ingresen a nuestro país y eso ya no lo podemos permitir'», indicó el republicano en Nueva York.
«¡Y se detuvo! ¡Se detuvo! ¡Fue tan rápido que se detuvo! (…) No deberíamos tener que hacer esto. Pero no tenemos otra elección que detenerlo, aunque siempre sentí que (la migración) era más grande que la inflación».
¿Conversación cordial?
Concediendo sin aceptar que la rispidez no se presentó, la réplica al día siguiente no dejó duda: «No fue así. El presidente Donald Trump tiene una manera de comunicar, fue como cuando tuvimos la llamada y él hace una publicación, donde dice que vamos a cerrar la frontera, pues nunca se habló de eso en la llamada; lo que les planteé aquí fue así la llamada, dije que hay estrategia de México para atender la migración, que evita que lleguen las caravanas a la frontera norte con una visión humanitaria, hablamos del tema de fentanilo y en qué se puede colaborar con respeto a nuestra soberanía”, precisó Sheinbaum.
¿Hay cordialidad, hay diálogo, hay entendimiento?
Ahora se anunció en la mañanera del martes, que el canciller Juan Ramón de la Fuente inicia diálogos con Marco Rubio: ‘Una muy buena conversación’, afirma Sheinbaum
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, informó este miércoles en su conferencia de prensa mañanera que la Secretaría de Relaciones Exteriores, encabezada por el canciller Juan Ramón de la Fuente, encabezó el martes el primer diálogo oficial con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio.
¿Es diálogo… o una llamada para felicitar al nuevo secretario de Estado?
La presidenta mexicana, justamente en el momento de las tensiones y la firma de decretos con la llegada del presidente Donald Trump, la mandataria volvió a pedir calma ante las amenazas por parte del republicano, que incluyen deportaciones masivas, aranceles e incluso una posible intervención militar contra el narcotráfico.
¿Calmarse?
Habrá que esperar la información que brinde el Departamento de Estado sobre el contenido de la “conversación” y si la califica como “la primera llamada oficial de Rubio” con el gobierno de México.
El horno no está, para bollos y las palabras presidenciales dan la impresión de que no siente el calor y que le está echando más leña al asador para, finalmente, quemar el pan, la carne y hasta los postres.
¿Tan difícil es entender con quién se está tratando?
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