NIDIA MARIN
Y hoy que el agente naranja Trump está asentado nuevamente en la Presidencia de Estados Unidos y las oleadas de indocumentados iniciaron el regreso obligado rumbo a México y al mundo, desde aquí, desde la patria mexicana de miles, vía la canción de Chava Flores preguntamos a los que obligados retornarán:
“¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicano? /A hacerte rico en loterías con un millón / Mejor trabaja, ya levántate temprano/ Con sueños de opio sólo pierdes el camión.
“¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicano? / Con sueños verdes no conviene ni soñar/ Sueñas un hada y ya no debes nada / La renta está pagada, ya no hay que trabajar/ Ya está ganada la copa en la Olimpiada / Soñar no cuesta nada, que ganas de soñar.
“¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicana? Que faltan niños pa’ poblar este lugar/ Sigue soñando que no hay contribuciones/ Que ya no hay mordelones/ Que ya puedes ahorrar/ Sigue soñando que el PRI ya no anda en zancos/ Que prestan en los bancos/ Que dejas de fumar…
“¡Ah, pero eso sí! Mañana nos casamos / ¡Pero eso sí! Mañana te lo doy/ ¡Pero eso sí! La última y nos vamos /
¿A qué le tiras cuando sueñas, soñador?”.
Y regresarán a su patria, que está peor que cuando se fueron, con sangre derramada por todo el país debido a la criminalidad y a la delincuencia que asola la República, aunque la Cuatro “T”, que se siente soñada y todavía no puede con el paquete, dice que ha cambiado a México.
Eso sí, se creen los fifís de la política porque los otros se fueron a la Villa y estos se sentaron en la silla. Más como cantara Chava Flores en “Vino la Reforma”, letra realizada a propósito de la ampliación del Paseo de la Reforma allá en los tiempos de Ernesto P. Uruchurtu y Adolfo López Mateos:
“Vino la Reforma, vino la Reforma; / Vino la Reforma a Peralvillo; / ‘ora sí, Las Lomas, ya semos vecinos; / ya sabrás, mamón, lo que es el bolillo”.
“Vino la Reforma, vino la Reforma / Vino la Reforma a Peralvillo / Ora sí el curado ya se toma helado / El High-ball se vende en el estanquillo
“Vino la Reforma, vino la Reforma/ Ya sabrán las Lomas de los tacos /de cachete y bofe para que haiga roce/ Pa’ que los del “alta” sepan ya vivir/ Aquí no hay gladiolas, coronas, ni rosas / Sólo tripa gorda que nos manda el PRI”
Hoy sucede lo mismo, pero rímela con Morena…
MOJADO, MOJADO,
DE TANTO LLORAR
Ahora que, por otra parte, todos los migrantes recordarán la canción “Mojado” del guatemalteco Ricardo Arjona:
“Si la luna suave se desliza por cualquier cornisa sin permiso alguno / ¿Por qué el mojado precisa comprobar con visas que no es de Neptuno?
“Mojado / Sabe a mentira tu verdad, sabe a tristeza la ansiedad / De ver un freeway y soñar con la vereda que conduce hasta tu casa.
“Mojado/ Mojado de tanto llorar, sabiendo que en algún lugar/ Le espera un beso, haciendo pausa desde el día en que te marchaste/
“Si la Luna suave se desliza por cualquier cornisa sin permiso alguno / ¿Por qué el mojado precisa comprobar con visas que no es de Neptuno? /
“Si la visa universal se extiende /El día en que nacemos / Y caduca en la muerte ¿Por qué te persiguen, mojado? / Si el cónsul de los cielos/ Ya te dio permiso”.
Pero la historia de la migración no termina aquí. Y como cantan los “Tigres del Norte”, la canción de Jesús Armenta Minjarez (aunque tengan prohibido interpretarla):
“Porque somos los mojados / Siempre nos busca la ley / Porque estamos ilegales / Y no hablamos el inglés / El gringo terco a sacarnos/ Y nosotros a volver.
“Si a uno sacan por Laredo / por Mexicali entran diez / Si otros sacan por Tijuana / por Nogales entran seis / Ahí no más saquen la cuenta / Cuántos entramos al mes…”
Y también… “Cuando el mojado haga huelga / de no volver otra vez / Quién va a sapear la cebolla / lechuga y el betabel / El limón y la toronja / se echarán todo a perder”.
Pues sí, Trump ya está otra vez en el trono y su primera amenaza fue contra los migrantes. De inmediato, en la Oficina Oval, ubicada en la Casa Blanca, se acercó al escritorio Resolute, obsequio de la Reina Victoria al presidente Rutherford B. en 1880 y firmó, sobre todo, la aplicación de políticas que afectarán a millones de seres humanos.
Mientras tanto, su fan y publicista más cercano, el millonario Elon Musk, agradeció estar en el nuevo gobierno: se tocó el corazón y estiró el brazo, casi casi como si fuera salutación nazi y…
Trump habemus, del futuro no sabemos.
