Farsantes

Yo Campesino

Confirmado, en 100 días se cumple testamento del ganso sin cambios
Miguel A. Rocha Valencia
Con la línea perfectamente trazada desde La Chingada, se dio cuenta que en 100 días se cumple con el testamento político del ganso de Macuspana, sin quitarle un punto a una coma. Así como lo instruyó, así se aplicó por los farsantes disfrazados de legisladores que todo le deben al profeta de la 4T y la presidenta presumió esos logros junto con la mayor compra de agradecimiento por parte del pueblo bueno que a carretadas fue llevado al Zócalo.
Si fuera democrático, sería vergonzante lo “logrado” por el actual régimen que en tan poco tiempo logró cambiar no sólo el mapa político del país mediante la destrucción de instituciones bajo el falso principio de que estaban corruptas mientras que la 4T hace suya la pudrición de las actuales estructuras y de los procedimientos legales, con desobediencia a la ley positiva e imponiéndose autoritariamente con reformas viciadas desde su origen.
Porque este gobierno que es el mismo desde hace seis años, aplica la premisa de que “a mí no me vengan con que la ley es la ley”, axioma al cual se debe añadir “porque la ley soy yo” y si no, la reformo para ajustarla a mis intereses violando procedimientos como ocurre con la llamada elección del poder Judicial, que por jueces en activo, se ordenó detener, pero como el INE pertenece a la 4T, hace lo conducente, desobedecer.
Pero se visten de demócratas, niegan autoritarismo, cambian la historia, se convierten en jueces que desde el púlpito presidencial continúan condenando sin pruebas y arrojan ante sus fieles la honra de jueces, magistrado y ministros como lo hacen también con periodistas, científicos, intelectuales y líderes de la sociedad civil.
Se muestran soberbios y con demagogia se envuelven patrioteramente con el emblema nacional, pero al final, les tiemblan las corvas y hacen lo que se les ordenan, aunque se deban ir contra aliados a los cuales ya no se les denomina criminales –pobrecitos- ahora son promotores de violencia. Hay que respetar los derechos humanos de esos señores, como lo instruye el evangelio según el tlatoani.
Fue una mascarada más al mismo estilo del peje donde se ignoró la guerra en Sinaloa, Tabasco o Chiapas, la huida de más de 400 mil mexicanos de sus lugares de origen ante el embate de los criminales.
Tampoco se habló de los 30 mil jóvenes reclutados por la delincuencia a cambio dicen, de la captura de 10 mil sicarios, mientras que se maquillan las cifras de muertos de manera grotesca ya que unos son los que reportan los medios o otros los que se dan a conocer en las mañaneras y se transforman homicidios dolosos en culposos, por enfermedades o accidentes. De esa forma se logra disminuir eficazmente el número de asesinatos.
Son 100 días en que se festeja sin duda, el fracaso financiero y logístico del Tren Maya y la refinería de Dos Bocas con la destrucción de 10 millones de árboles, de manglares, la quiebra técnica de Mexicana y el sostenimiento con dinero público y decretazos del aeropuertito de Tizayuca.
Pero lo mejor es que podemos festejar los agradecidos mexicanos la farsa en que se convirtió la próxima elección de jueces, magistrados y ministros con la complicidad del INE y del TEPJF en manos de las comparsas que encabezan esos organismos antes autónomos: Guadalupe Taddei Zavala y Mónica Soto Fregoso, cuyos nombres estarán escrito en letras de oro en la historia comicial del país.
Ni qué decir de la desaparición de los organismos autónomos. Gran logro de la 4T luego de conseguir de sus cómplices la mayoría califica en el Congreso que se volvió un vil cubil de ineptos y desarraigados dispuestos a empinarse ante el mandato de sus amos para cumplir con el principio de lealtad hasta la ignominia.
De hecho, encargadas del INE y TEPJF hacen mancuerna con sus compañeros de abrevadero para cumplir los caprichos de quien dejó sus instrucciones desde el sexenio pasado, lo dio a conocer en público y está vigilante se cumpla al pie de la letra y así se cumple contra toda norma o consideración en contrario por parte de los “traidores a la patria” que son lanzados a la hoguera del neoliberalismo.
Festejemos pues estos 100 días que como se vio son la continuación de lo que nos chutamos durante los últimos seis años, tal vez más burdamente, pero sin cambios y así nos veremos en el futuro.
Y estaremos de manteles largos cuando nos apriete la crisis y no alcance ni con siete billones y medio de pesos más de deuda para comprar el agradecimiento popular que festine el regalo de dinero, aunque se deterioren los servicios, se mueran sus parientes por falta de atención o medicamentos.
Es tiempo nos va a alcanzar porque nos será suficiente con los nuevos pedidos de dinero o el aumento a las casetas de peaje, ni con el apretón a los causantes cautivos. Ese tiempo va a llegar porque México no crece, no hay inversión, inseguridad y un manejo autoritario de las leyes que rigen la economía.
Los pronósticos van a la baja y peor si desde Estados Unidos nos hacen afectivas las amenazas en seguridad y economía. Aún sin esos factores el panorama es gris, infame, pero festejemos que 100 días y un sexenio no se contabilizan ni se presumen frecuentemente.

Da tristeza ver en lo que nos hemos convertido, asumimos lo que nos toca de culpa y lamentamos no poder hacer nada más que nuestro comentario como forma de resistencia, de protesta o decir que aún hay en México capacidad de respuesta.

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