El presidente panameño, José Raúl Mulino, y tres exmandatarios afirmaron en una carta publicada en redes sociales que la soberanía del país centroamericano y el Canal de Panamá no es negociable, esto luego de que Donald Trump, mandatario electo de Estados Unidos, señaló que exigiría la ‘rápida devolución’ de la vía fluvial.
El pasado 22 de diciembre, el republicano afirmó que el expresidente Jimmy Carter regaló el canal para que fuera administrado por Panamá, y no por China. Reclamó que el país centroamericano cobra tarifas de pasaje exorbitantes a Estados Unidos, sus Fuerzas Armadas y sus socios empresariales.
«¡Nunca permitiremos que caiga en las manos equivocadas! Fue entregado como una muestra de nuestra cooperación con Panamá, no para el beneficio de otros. A menos que se acaten los principios, tanto morales como legales, de este magnánimo gesto de entrega, exigiremos que se nos devuelva el Canal de Panamá, en su totalidad y sin cuestionamientos», advirtió Trump.
Según el presidente electo, el canal interoceánico que se puso en marcha en 1914 es un activo vital para el comercio de Estados Unidos y para el rápido despliegue de la Armada estadounidense.
En la carta, firmada también por los exmandatarios Ernesto Pérez Balladares, Martín Torrijos y Mireya Moscoso, el presidente de Panamá aseguró que el «canal es parte de nuestra historia de lucha y una conquista irreversible». Los líderes panameños sostuvieron una reunión en el Palacio de Las Garzas, sede del Gobierno, de acuerdo con medios.
«Los panameños podemos pensar diferente en muchos aspectos, pero cuando se trata de nuestro canal y nuestra soberanía nos unimos todos bajo una misma bandera», señala la carta.
Medios internacionales destacaron que el Canal de Panamá fue construido por Washington e inaugurado en 1914. Tras la firma de tratados entre el expresidente estadounidense Jimmy Carter y el líder nacionalista panameño Omar Torrijos, la vía fluvial pasó a control panameño en 1999.
El Gobierno panameño fija el costo de los peajes en función de la demanda y los buques pagan según su capacidad de carga, no por su país de procedencia. Sputnik