El Senado de Estados Unidos aprobó este 18 de diciembre un proyecto de Ley de Autorización de la Defensa Nacional (NDAA, por su sigla en lengua inglesa) por 895.000 millones de dólares, según informa la prensa del país norteamericano.
Con 85 votos a favor y 14 en contra, el proyecto superó por amplia mayoría el mínimo de 60 votos necesarios en la Cámara Alta, que está conformada por 100 senadores.
Dado que la semana pasada, el proyecto fue aprobado en la Cámara Baja con 281 votos a favor y 140, ahora va rumbo a la oficina del presidente Joe Biden para ser firmado.
El presupuesto aprobado contempla aumentos salariales para los militares, con un 14,4% para los elementos de menor rango en servicio activo y de 4,5% para el resto de militares.
Asimismo se prevén inversiones en capacidades de reclutamiento y construcción de viviendas, escuelas y guarderías militares.
El proyecto también contempla reforzar la presencia estadounidense en el Indo-Pacífico y la construcción de busques de guerra, aviones y vehículos.
Paralelamente, un porcentaje será destinado a «contrarrestar» al Partido Comunista chino a través de la creación de un fondo de recursos para Taiwán, así como el impulso de la inteligencia artificial en la defensa nacional y la expansión de la innovación tecnológica nacional.
Las relaciones oficiales entre el Gobierno central de la República Popular China y su provincia insular de Taiwán se rompieron en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista Kuomintang, encabezado por Chiang Kai-shek, sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista y se trasladaran a ese archipiélago.
Las relaciones entre Taipéi y Pekín se restablecieron solo a nivel empresarial e informal a finales de la década de 1980. En la década de los 90 las partes empezaron a contactar también a través de diversas ONG.
La tensión entre China y Taiwán se agravó tras la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos Nancy Pelosi a la isla en agosto de 2022, efectuada pese a las protestas de Pekín, que vio en ese viaje un apoyo de Washington al separatismo taiwanés y organizó ejercicios militares a gran escala. Sputnik