Cuba abandonará su política de tasa fija en el cambio monetario y adoptará un régimen más flexible, regido por la oferta y la demanda, anunció este 18 de diciembre el primer ministro, Manuel Marrero.
«Fueron aprobados los objetivos y premisas para el redimensionamiento del mercado cambiario oficial, mediante un nuevo régimen cambiario que asume una mayor flexibilidad en el tipo de cambio, al establecer que la tasa debe variar cuando se modifican las condiciones de oferta y demanda de divisas», informó Marrero, citado por el periódico oficialista Granma.
Sin precisar cuándo entrará en vigor el nuevo sistema ni cuál sería su tasa inicial, Marrero explicó que la medida permitirá que el Estado no quede al margen de un mercado cambiario ilegal que, señaló, ha dolarizado la economía, al ser legitimada como referencia.
«Es un proceso que irá poco a poco, pero nos permitirá entrar de lleno y que el banco no esté al margen de todo ese mercado cambiario ilegal», añadió el jefe del Gobierno en su intervención ante el plenario de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento unicameral).
Marrero confirmó que la medida ya fue aprobada, tanto para que el Estado pueda competir en el negocio cambiario, como para la captación de divisas.
Tras la unificación monetaria que sacó de circulación al llamado «CUC», Cuba fijó el cambio del dólar a 24 pesos para las personas jurídicas y a 120 para las personas físicas, mientras en la calle se cotiza la moneda estadounidense a una media de 320 pesos.
En su informe al Parlamento, Marrero agregó que el Gobierno aprobará que las empresas puedan cobrar sus productos y servicios en divisas, con previa autorización del Estado.
Agregó que el país no cumplió en 2024 con sus planes de captación de divisas, porque los ingresos a partir de exportaciones de bienes y servicios fueron inferiores a lo previsto, y la inversión extranjera también quedó por debajo de lo proyectado. Sputnik