Al cumplir su sentencia (acostada por informaciones que abrieron otras investigaciones) Estados Unidos entregó a México a Osiel Cárdenas Guillén, fundador de Los Zetas. Agentes de migración de sacaron a al fundador del grupo criminal Los Zetas -sanguinarios como pocos y compuesto por exmilitares- de un penal en Indiana, lo transfirieron al Centro de Detención de Otay Mesa y posteriormente lo escoltaron hasta un puente fronterizo para entregarlo al gobierno de México.
En 2003, Cárdenas Guillén fue capturado por el Ejército Mexicano en Matamoros, Tamaulipas, durante una operación en la que intentó escapar saltando una barda, pero fue rápidamente aprehendido.
Posteriormente, fue trasladado a la Ciudad de México en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana, antes de ser extraditado a Estados Unidos en 2007.
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