Los Dados de Dios
NIDIA MARIN
No al sometimiento, pero tampoco ponerse con Sansón a las patadas. Ello tras la situación presente ante la derrota del gobierno sirio y el nuevo mapa que se configura en el mundo, en el cual México, por ser frontera con Estados Unidos, resultará presionando y… advertido.
Hay formas inteligentes de actuar ante la situación en marcha y los reacomodos inevitables, sobre todo si se continúa aplicando la Doctrina Estrada y se actúa de acuerdo al artículo 89 constitucional que señala los tres principios básicos: no intervención, autodeterminación de los pueblos y solución pacífica de las controversias.
En política exterior, hay formas inteligentes de actuar que no utilizan la confrontación que propicia, por ejemplo, el “agente naranja” -envalentonado por el reciente triunfo electoral en Estados Unidos- y en cambio pueden ser positivas para México y el vecino país.
Pero no sólo Trump anda “sobrado”. En México, la máxima representante de la 4T también trasluce un elevado grado de prepotencia, de supremacía por haber ganado las elecciones, aunque, ciertamente, no fue con la cantidad de votos pregonada, ya que ha estado exhibiéndose la mugre durante el proceso de electoral, misma que, por cierto, tratan de borrar… inútilmente.
Hoy, es necesario reflexionar en qué tanto el fracaso ruso en Siria afectará cualquier negociación y cuanto beneficiará a Estados Unidos y a sus aliados o a los que no lo son, sobre todo los que se dicen “gobiernos de izquierda”, como el actual caso mexicano.
No hay que olvidar la historia, sino recordar que una vez que cayó el Muro de Berlín, en 1989, se aceleró el fin de la Unión Soviética y (tras haber causado 100 millones de muertos), la caída en 1991 del bloque comunista en Europa (de lo cual Putin trata de vengarse).
En aquellos años, se registraron grandes cambios en el mundo y, por ejemplo, la gran mayoría de los países concentrados en el Pacto de Varsovia dijeron adiós a sus sistemas económicos y autocráticos, además de establecer economías capitalistas y sistemas políticos democráticos.
LAS CRISIS EN
MARCHA
Hoy, una crisis para Rusia (lo admita o no) y otras naciones -más allá de las Medio Oriente- está en marcha e indudablemente causará presiones a los países, sean o no de los bloques actuales, pero se presume que son más de cuarenta.
Por en México el actual gobierno debe modificar la visión distorsionada que tiene (supuestamente de izquierda, aunque no lo sea) y reflexionar en un sistema diferente donde quepan todos, en el cual se aproveche a todos los mexicanos de bien y se combata a los destructores de la nación y de sus habitantes, vía la ilegalidad.
Hoy, aunque siga a debate la violación a la Doctrina Estrada en el pasado sexenio, debido a la actitud que se tomó respecto a varios países, entre los cuales estaban claramente Venezuela y su autócrata, así como el boliviano Evo Morales se considera que básicamente México sigue respondiendo a sus principios.
Pero al ex presidente que recientemente dejó el poder no le importó lesionar lo que los internacionalistas, como embajador Jorge Palacios Treviño señalan como “…una de las aportaciones más valiosas de México al Derecho Internacional, y quizá la más famosa, pero es poco conocida y, por ello, se le interpreta de diversas maneras; de ahí que unos la alaben y otros la denigren; que algunos digan que México la aplica y otros que no”.
¿La actual titular del Poder Ejecutivo observará los siguientes principios normativos?
Autodeterminación de los pueblos; no intervención; la solución pacífica de controversias; la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; la igualdad jurídica de los Estados; la cooperación internacional para el desarrollo; el respeto, la protección y promoción de los derechos humanos y la lucha por la paz y la seguridad internacionales…
En el sexenio en pañales, pero en marcha, ¿persistirá el respeto y el diálogo en las relaciones internacionales el cual es una orden desde que la Doctrina Estrada fue elevada a rango constitucional?
¿Volveremos a los tiempos del antepasado en los que cada país obligatoriamente debería reconocer al gobierno de otra nación para que se considerara válido y legítimo, así como intervencionista?
Será al contrario, como expone la Universidad del Valle de México:
“En la sociedad del siglo XXI, interconectada en tiempo real e irreversiblemente globalizada en lo económico, político, social y cultural, se debe de buscar un balance entre el derecho innegable de todas las naciones a su libre autodeterminación, con las consecuencias y riesgos para la comunidad regional o internacional de las decisiones tomadas por grupos de poder o gobiernos locales autoritarios e irresponsables, que pueden provocar crisis humanitarias, sanitarias, climáticas o, incluso, de seguridad, afectando con ello no solo a sus vecinos, sino con el potencial de un impacto planetario”.
Ya se verá la actuación del actual gobierno que, de entrada, parece que le faltan buenos asesores en materia de política exterior.
No, no basta con la sonrisa y mucho menos con la hipocresía.