Fracasados

La insistencia de la president (A) de recurrir a los mismos dichos y “culpables” del obradorato implican ausencia de proyecto propio y falta de capacidad en el manejo de un país o bien, sus habilidades alcanzaron su máximo nivel como delegada en Tlalpan pues como jefa de gobierno quedó a deber mucho a los habitantes de la Ciudad de México.

El caso es que parece una bipolaridad donde de repente las mañaneras reflejan de muy mala manera por cierto, los dichos del mesías tropical con críticas a los medios, instituciones y al pasado para justificar errores o incapacidades y por el otro se asoman los llamados a una unidad inexistente y quimérica cuando el discurso es de ofensa, división y despotismo especialmente contra opositores y críticos.

Pero además pareciera que es camisa de fuerza continuar con el “legado” pernicioso del profeta de la 4T especialmente en la entrega de dinero y empresas a los militares, el financiamiento de obras que no dan ningún beneficio real al país o el anuncio de proyectos carísimos, de difícil realización sobre todo si falta inversión privada, es decir, que sean redituables financiera y no demagógicamente.

Porque más allá de la mañanera, el Tren Maya continúa como un pozo sin fondo al que luego de medio billón de pesos hay que darle para el mantenimiento especialmente de la nómina que regentean los militares quienes además se entregó una empresa “vertical” que incluye hoteles, desarrollos, sus propios ruinas y vestigios arqueológicos, que ni aun con subsidios y publicidad oficial gratuita son rentables y el todo caso, están destinados a competir con similares privados, es decir, muy caros incluso para el pueblo bueno y agradecido.

Otro fracaso que intentan cubrir a base de billetazos y también “propiedad” de los militares es el Aeropuerto Felipe Ángeles que a pesar de todo, continúa sin alcanzar siquiera el punto de equilibrio financiero y deben transferírsele recursos fiscales tanto para nómina como mantenimiento.

Y ni hablar de la carísima e inútil refinería de Dos Bocas que no sólo vino a despojar a miles de tabasqueños de sus propiedades y posesiones en ese ex vergel llamado Paraíso, sino que además desecó decenas de hectáreas de manglares.

Nada de lo anterior se menciona señaladamente, dada la “vocación” ambientalista de la actual mandataria de quien ni una sola mención mereció el hecho de que se destruyeran más de ocho millones de árboles de selva del sureste mexicano ni mucho menos los ecosistemas de la península de Yucatán donde se afectó irreversiblemente la reserva de la biosfera precisamente en el quinto tramo recién inaugurado del trenecito.

Obras que hablan de un rotundo fracaso de la 4T y donde la mandataria o encargada del despacho, busca argumentos para defender el legado del mal dejado por su antecesor.

Legado que habla de retraso, de un gasto inútil o al menos inoportuno dadas las necesidades urgentes de un país de pobres donde la salud y educación se volvieron temas ideológicos pero no de urgencia para los mexicanos necesitados de salud y preparación y a quienes convenientemente se les regala dinero a cambio de su mediocridad, esa de la cual hace gala el cuatroteísmo.

Con eso hay que reconocerlo, de la forma más simple o sencilla el actual régimen compra votos, su permanencia en el poder a cambio de presentar a los mexicanos un futuro seguro de pobreza, mediocridad y fracaso, eso sí con sus grandes dosis de corrupción, esa que enfrenta a los “distinguidos” enanos dela política que en público se regatean el primer lugar en atracos y abusos de poder…

Esos que se acusan de lo mismo y que traen más cola que un pejelagarto al que le agradecen estar donde están en medio de un caldo de inútiles y convenencieros sociales que se nutren de esa corrupción que los hace millonarios y algunos “irresistibles” con las efebas treparadoras.

Y mientras en ese nivel mediocre y de fracasados que creen que con dinero ya son mejores o superiores el país entero súfrelas consecuencias que sin duda dejarán su huella por muchos años, hasta que por fin la sociedad diga que se cansó de sus abusos y se avergüence de su docilidad a cambio de unas monedas.