Eslovaquia insta a la UE al «diálogo normal» con Rusia y avisa de la «traición occidental» a Ucrania

Europa debería renunciar a sus intentos de derrotar a Rusia en el campo de batalla de Ucrania e iniciar un diálogo normal con Moscú, declaró al diario brasileño ‘Folha de S.Paulo’ el primer ministro eslovaco Robert Fico. Además, señaló que Occidente podría traicionar a Ucrania e ir a por su partición, como ocurrió con Checoslovaquia en 1938.
«Quiero que se normalicen las relaciones con Rusia (…) Debemos comenzar un diálogo normal porque lo que ocurre hoy es anormal», dijo el jefe del Gobierno eslovaco.

De esta forma, se refirió a las sanciones económicas antirrusas, la presión política sobre Moscú y la ayuda militar continuada a Kiev por parte de los países occidentales tras el lanzamiento de la operación militar especial de Rusia en Ucrania.
Indicó que las fuerzas que abogan por el diálogo con Rusia e intentan resolver pacíficamente el conflicto ucraniano atendiendo a las raíces históricas de su estallido se están convirtiendo en «ovejas negras» en Europa, y los líderes políticos son perseguidos e incluso son víctimas de atentados contra sus vidas. Al mismo tiempo, la propia Europa vive en la psicosis de la llamada «amenaza bélica rusa», agregó.
En opinión de Fico, Occidente «decidió aprovechar el conflicto ucraniano para debilitar a Rusia» imponiendo sanciones y suministrando armas a Ucrania, pero no logró su objetivo.
«¿Cuál es el resultado? Los rusos cada vez están ganando más territorio, las sanciones no están funcionando y Ucrania ya no es lo suficientemente fuerte para posibles negociaciones [de paz]», opinó.
De acuerdo con el político eslovaco, Ucrania es la más perjudicada por esta situación, «porque se ha dejado arrastrar a esta aventura», que «no puede acabar bien para el país». Llegará un momento, continuó, en que Occidente dirá: «Bueno, no funcionó, así que sacrificaremos Ucrania», y este país «repetirá el destino de Checoslovaquia», dividida en virtud del Acuerdo de Múnich de 1938.
En la noche del 29 al 30 de septiembre de 1938 se firmó en Múnich un acuerdo entre Alemania Nazi, Reino Unido, Francia e Italia que eventualmente llevó al reparto de parte de los territorios checoslovacos entre el Tercer Reich, Polonia y Hungría.

Fiсo cree que «los ucranianos serán traicionados» y que Ucrania también perderá «un tercio de su territorio», además de que se le ofrecerán «garantías de seguridad» como la presencia de tropas extranjeras en el resto del territorio controlado por Kiev.
«Perderá territorio y no será invitada a la OTAN», pronosticó.
Y puesto que «cualquier guerra que dura incluso 30 años termina», tarde o temprano el conflicto ucraniano también acabará en la mesa de negociaciones, concluyó el alto funcionario eslovaco, agregando que cuando acabe la guerra en Ucrania, todo volverá al cauce habitual, y «todos irán allí [a Rusia], todos querrán comprar y vender».

Eslovaquia, junto con la vecina Hungría, es actualmente uno de los pocos países de Europa que intenta mantener contactos con Rusia y aboga por la reanudación del diálogo con Moscú, el restablecimiento de relaciones económicas plenas con ella y la resolución pacífica del conflicto ucraniano sobre la base de las realidades geopolíticas del momento.
En particular, el propio primer ministro eslovaco se ha opuesto personal y repetidamente al suministro de armas a Ucrania y a su ingreso en la OTAN. El pasado mes de mayo, el político sufrió un intento de asesinato, tras el cual no pudo reincorporarse plenamente al trabajo hasta julio. De acuerdo con el Ministerio del Interior del país europeo, el atacante tenía motivaciones políticas y se oponía al cese del abastecimiento de armas a Kiev. Sputnik

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