La compañía dominante en el mercado del diamante, De Beers, rebajó los precios de esas piedras hasta un 15% tras una larga reticencia a ello, reporta ‘Bloomberg’. Eso supone un hecho históricamente significativo y se produce en el marco de una recesión en la industria del diamante, una de las más profundas y largas en décadas, específica.
Como explica el portal, en el contexto de un descenso constante de los precios de los diamantes en bruto en el mercado secundario durante gran periodo de 2024, De Beers intentó mantener un umbral del precio, y su unidad Anglo American Plc incluso ofreció a los clientes más flexibilidad y el derecho a no aceptar la mercancía en lugar de reducir las tarifas.
Sin embargo, el 2 de diciembre la compañía abandonó su pretensión de mantener los precios y los redujo de forma inmediata entre un 10% y un 15% en la mayoría de los productos que vende.
Según el medio, la entidad tiene «un poder significativo en el mercado de diamantes» y celebra docenas de ventas cada año, en las que los compradores «suelen aceptar los precios ofrecidos» y dejan los recortes agresivos de esos precios como último recurso.
Por este motivo, prosigue, esta primera gran reducción de precios desde principios de 2024 es también «históricamente significativa» y, en general, la actual recesión del mercado del diamante se produce «en un momento difícil para De Beers».
De Beers es objeto de duras críticas por su política respecto a varios países, especialmente en África. Por ejemplo, se la acusa de animar al gobierno de Botsuana a presionar a la población local para que abandone sus tierras a fin de poder explotar minas de diamantes en su territorio. También le reprochan comerciar con «diamantes de sangre» y financiar la guerra civil de Sierra Leona por el control de las minas de diamantes.
De hecho, estos recortes reflejan «desafíos más amplios en la industria del diamante», incluida la menor demanda en mercados clave como China y Occidente, ya que la empresa se había resistido anteriormente a bajar los precios del mercado, señala la agencia.
Lo que empezó como una desaceleración tras la pandemia COVID-19 «se ha convertido en una inflación» que ha afectado a las compras de los consumidores, y «el desplome del mercado chino de artículos de lujo ha erosionado aún más la demanda», enfatiza. Sputnik