Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
A días de irse -ojalá y fuera a Palenque- del Palacio de Gobierno de Chiapas, todo indica que la “alianza con el PVEM” ha terminado para Rutilio Escandón.
Presuntamente involucrado con un criminal conocido como el “Güero Pulseras” y señalado de intervenir para que fuera liberado después de ser detenido hace dos semanas, ahora el senador del Verde, Luis Armando Melgar, acusa la opacidad del gobierno en el maneo de los recursos destinados para la salud.
En un comunicado difundido por la coordinación de comunicación social del Senado de la República, el congresista señala textualmente: Múltiples denuncias y señalamientos por irregularidades y abusos en el sistema de salud no paran, dejando expuesta la deficiencia en los servicios médicos y una atención deplorable para miles de chiapanecos”.
Destaca que “a pocos días de que el senador Luis Armando Melgar hiciera un llamado directo al Gobernador Rutilio Escandón, el pueblo de Chiapas se ha manifestado en redes sociales exigiendo respuestas claras y acciones que resuelvan la grave crisis que enfrenta el sistema de salud en la entidad.
“Cada vez son más las declaraciones sobre la falta de acceso a servicios médicos de calidad, que van desde hospitales sin medicamentos, despidos injustificados, hasta clínicas abandonadas. Situación que refleja un desaseo sistemático y corrupción en este sector vital, exigimos transparencia y rendición de cuentas del sector salud en Chiapas”, señaló Melgar.
Escandón llegó al poder estatal gracias al apoyo de antecesor Manuel Velasco Coello y lo cobijó para que la alianza con Morena y el PT lo lanzara y apoyara en el proceso electoral y más tarde como mandatario. Se presumía un “pacto de caballeros” que, al parecer, rompió el que se va.
Las palabras lo dicen todo: (…) exigimos transparencia y rendición de cuentas del sector salud en Chiapas”, lo que implica probables desvíos de recursos, compra de fármacos de manera irregular, mala relación con el personal sanitario y abandono de clínicas que, a estas alturas, se contabiliza como parte del desastre sanitaria “mejor que el de Dinamarca”. Y precisa: “Cada peso desviado representa una vida en peligro, y eso es inaceptable. Exigimos justicia y soluciones inmediatas”.
Chiapas está incendiada desde tiempo atrás, pero Rutilio Escandón le arrojó gasolina y como buen émulo de Nerón dejó que se quemaran enormes proporciones del territorio chiapaneco.
Los habitantes de la entidad se suman a las críticas del senador, porque sufren las consecuencias de no tener un sistema de salud cuando menos mediocre pero existente.
A pesar de los señalamientos, no se ahora sino de hace dos años atrás, la presidenta Claudia Sheinbaum ha dado a conocer en el refrito de las mañaneras que los gobernadores que terminan sus gestiones serán incorporados a su gabinete.
No ha mencionado que cargos les daría, pero de que estarán en el navío que comanda, no queda duda.
¿Por qué premiar la ineficiencia, la ineficacia, la opacidad, el probable desvío de recursos públicos y el abandono de sus gobernados?
No tiene explicación.
Aunque, al revisar los números de ciudadanos que ¿votaron? en la pasada elección presidencial, se observa que lo hizo el 96 por ciento de los empadronados y que está en la Lista Nominal.
Como el número de aspirantes a la elección de jueces y magistrados, en Chiapas también se hacen milagros con la multiplicación de los sufragios.
“Amor con amor se paga”, dice uno de los slogans de Morena y solamente habría que modificarlo para decir públicamente “los votos a favor se pagan con nuevos cargos en el gobierno federal”.
¿Cinismo o agradecimiento?
Mañana escribiremos de Cuitláhuac García “el mejor gobernador que ha tenido Veracruz” (sic AMLO).
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