Occidente instiga a Ucrania a cometer actos de terrorismo nuclear, denunció el director del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, por sus siglas en ruso), Alexandr Bórtnikov, durante una reunión de los jefes de los servicios especiales y de seguridad de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) en Moscú.
«Los anglosajones están empujando tácitamente a Kiev a una peligrosa escalada, a llevar a cabo actos de terrorismo nuclear y crear una ‘bomba sucia'», declaró Bortnikov.
Además, señaló que una red entera de laboratorios estadounidenses trabaja en armas biológicas bajo el pretexto de la lucha contra ciertas «amenazas biológicas».
En febrero pasado, el entonces ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú (2012-2024), declaró que Estados Unidos ha establecido una red de laboratorios biológicos dedicados a investigar las características de patógenos específicos de ciertas regiones, con el potencial de transmitirse a humanos y desencadenar pandemias. Según el alto funcionario, de los 330 laboratorios de este tipo, alrededor de 40 están ubicados en Ucrania.
Según, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, una bomba sucia es una combinación de explosivos, como la dinamita y el polvo o los perdigones radiactivos. También se le conoce como dispositivo de dispersión radiológica (RDD).
A diferencia de un arma nuclear, una bomba sucia no puede generar una explosión atómica; sin embargo, esto no significa que sea inofensiva.
Política exterior de EEUU
Bórtnikov enfatizó que no espera cambios sustanciales en la política exterior de Estados Unidos con el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca. Además, constató que Occidente con EEUU al frente «busca preservar su dominio, continuar una política colonial depredadora» y «alentar la tensión global».
«Es poco probable que la elección del nuevo presidente estadounidense se traduzca en un cambio radical de la política exterior de Washington», opinó.
El jefe del FSB admitió el riesgo de una escalada mayor en lo que queda hasta el próximo 20 de enero, fecha de la investidura de Trump.
«No podemos descartar que el equipo saliente de [Joe] Biden, como parte de la pugna política interna, trate de enconar la situación al máximo en zonas de Eurasia que son claves para EEUU, ante todo, en el espacio postsoviético, Oriente Próximo y Medio, así como en el sudeste asiático. Su principal objetivo es complicarle a la nueva Administración las oportunidades de resolver por vía política los problemas que se han acumulado», subrayó Bórtnikov.
Un primer paso en este sentido, apuntó el director del FSB, ha sido la autorización de usar misiles de largo alcance en ataques ucranianos contra objetivos en territorio internacionalmente reconocido de Rusia, lo que «conlleva inevitablemente una escalada del conflicto en Ucrania y en torno a la misma».
El Ártico y el Báltico
La OTAN está entrando de manera acelerada en el Ártico y el Báltico, declaró Bórtnikov.
«La Alianza se está consolidando en las fronteras del Estado de la Unión de Rusia y Bielorrusia, se está introduciendo a un ritmo acelerado en las regiones del Ártico y del Báltico», afirmó.
Añadió que la OTAN también intenta aumentar sus capacidades bélicas, logísticas y de inteligencia en el mar Negro, así como busca obtener acceso al mar Caspio.
«La amenaza militar de la OTAN aumenta constantemente», enfatizó Bórtnikov.
EEUU busca crear «caos»
Washington y sus aliados intentan crear caos en la CEI convirtiéndola en una base de recursos baratos, declaró el director del FSB.
«Estados Unidos y sus aliados no desdeñan los métodos más feos para realizar sus ambiciones geopolíticas. En nuestro caso, se trata de provocar caos en la CEI y convertirla en una base de recursos baratos», denunció.
Señaló que Washington, Londres y sus aliados continuarán tratando de interferir en las relaciones dentro de la CEI, bloquear procesos de integración y desacreditar las acciones conjuntas de los países de la unión orientadas a garantizar la seguridad y la estabilidad. Asimismo el director del FSB instó a sus homólogos a estar vigilantes «ante provocaciones de toda clase».
La CEI, fundada en 1991 tras la disolución de la Unión Soviética, actualmente aglutina a Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Moldavia, Rusia, Tayikistán, Turkmenistán, Uzbekistán y Ucrania. Sputnik