Inversión Privada y Contratos de 30 Años, no se Registran

 

 

*Pasa de 150 mil Millones de Pesos

y Alcanza 444 mil

*El Decreto de Seguridad Nacional,

Genera Opacidad

*Tres Hipótesis por el Incremento de

los Costos

*Proyecto Ejecutivo Defectuoso y la

Mala Planeación

*Sobreprecios o “Uñas Largas” Están

Presentes

 

GERARDO LAVALLE

 

Cerca de 500 mil millones de pesos para hacer la obra que abarca 1500 kilómetros y cruza por el territorio de 5 estado del país.

Dinero suficiente para cubrir la compra de fármacos, por citar un ejemplo.

Su costo original frisaba entre los 120 y 150 mil millones de pesos y después de 5 años y 9 meses de haberse iniciado, aún no está terminada.

Y no solamente se presume de dos hipótesis: sobreprecio en la adquisición de materiales y proyectos o sustracción de recursos.

Además del costo financiero, el ambiental no tiene reparación. Durante la obra para poner en marcha el proyecto del Tren Maya, fueron talados cuando menos 10 millones de árboles, contaminados los ríos subterráneos, dañados una importante cantidad de cenotes y desplazada la fauna y destruida la flora.

La realización de la inconclusa obra, no corresponde al anuncio oficial hecho público el 9 de septiembre de 2019. 

El director general de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, responsable del desarrollo de la obra y el cumplimiento de los tiempos de inicio y entrega, habló de algo que no se respetó, no se concretó o simplemente se trato de un mensaje que generara confianza.

En Comunicado 50/2019, publicado en la página web del organismo, se le en el segundo párrafo: 

El encargado del proyecto de infraestructura más importante de esta administración recordó que el Tren Maya es una obra fundamentalmente de inversión privada y los recursos que se asignen para 2020 servirán para obras inducidas, estudios de impacto ambiental, consultas, algunas reservas complementarias, ajustes de tipo social, ambiental y técnico, entre otras.

En el cuarto párrafo se indica:

El director de Fonatur explicó que el Tren Maya tiene contemplado un esquema financiero basado en Asociaciones Público – Privadas, APPs donde la iniciativa privada aportará el 90% de la inversión que se les(sic) pagará a lo largo de un plazo de 30 años, pero que se pagará con la operación del Tren. El control de esta operación la llevará el Estado. El Fonatur contratará a una empresa que sepa de trenes que será la encargada de ello.

¿DÓNDE QUEDÓ LA 

INVERSIÓN PRIVADA?

Después del anuncio del 9 de septiembre de 2019, el tema de las inversiones privadas no se volvió a tocar.

Hay dos hipótesis sobre el particular: 

1.- Que ante la inexistencia de proyecto ejecutivo que mostrara viabilidad, los inversores dejaron de estar interesados y,

2.- Que sí invirtieron porque los intereses generados por los recursos aportados en 89% del total, pero no se contabilizaron y menos se mostraron a luz pública. Además, se ignora quiénes formarían los grupos a los que se les convenció de la importancia de la obra y el regreso del capital en virtud del pasaje y carga que transportaría el “tren más importante del mundo”, como señaló el expresidente.

Porque en los Presupuestos de Egresos de la Federación, correspondientes a los años 2019, 2020, 2021, 2022, 2023, 2’24 y 2025, aparecen las asignaciones para la Secretaría de Turismo, cuya función fue firmar de recibido el dinero y trasladarlo prácticamente de manera íntegra a Fonatur, cuyas funciones en ese entonces, no contemplaban la construcción de obras como el Tren Maya. Su principal mercado eran los terrenos gubernamentales, adquiridos y/o expropiados en el territorio nacional para el desarrollo de zonas turísticas e infraestructura como carreteras, agua, drenaje, energía eléctrica y coadyuvar para la construcción de hoteles y comercios.

Hasta ahora no se ha explicado qué paso con las inversiones privadas que, como se informó en septiembre de 2019, serían la base financiera para la obra. 

Jiménez Pons confirmó que los recursos propuestos por la Secretaría de Hacienda dentro del paquete presupuestal para el Tren Maya son suficientes para el ejercicio de 2020. En 2019 Fonatur recibió 5 mil millones de pesos y en los relativo al 2020, aún con la presencia de la pandemia de Covid-19, la asignación ascendió a 32 mil millones, por lo que el funcionario los consideró “suficientes”.

Sin embargo, en el arranque de la obra, el que fuera director de Fonatur, relevado para asignarle la Subsecretaría de Comunicaciones y Trasportes -se escribió que el cambio obedeció al encarecimiento de la obra- y en su lugar llegó el entonces secretario del Bienestar, Javier May, un tabasqueño que salió del taller de hojalatería para convertirse en político de altos niveles federales y culminó su meteórica carrera como gobernador de Tabasco, insistió en lo atractivo que era invertir en la obra. 

“Quien construya el Tren Maya tendrá un contrato por disponibilidad y se le pagarán tres cosas: capital, intereses y mantenimiento durante 30 años (…) Nosotros en diciembre lanzamos la licitación de entre 4 mil 400 millones de dólares pero que será ejercida por privados para que en 2023 el tren ya tiene que estar operando”.

Por supuesto que el pastel se antojaba y en 30 años quienes hayan o hubieran invertido, habrían triplicado su capital.

LA MANIPULACIÓN

DE LOS NÚMEROS

Mediante3 la firma y publicación del decreto que oculta la información sobre el desarrollo de obras, hecho público en el Diario Oficial de la Federación el 22 de noviembre de 2021 y cuyo primer artículo consigna: ARTICULO PRIMERO.- Se declara de interés público y seguridad nacional la realización de proyectos y obras a cargo del Gobierno de México asociados a infraestructura de los sectores comunicaciones, telecomunicaciones, aduanero, fronterizo, hidráulico, hídrico, medio ambiente, turístico, salud, vías férreas, ferrocarriles en todas sus modalidades energético, puertos, aeropuertos y aquellos que, por su objeto, características, naturaleza, complejidad y magnitud, se consideren prioritarios y/o estratégicos para el desarrollo nacional”.

De esta manera hasta la Auditoría Superior de la Federación se encontraba impedida para realizar las comparaciones entre recursos entregados por la Secretaría de Hacienda y autorizados por los diputados federales en el Presupuesto de Egresos de la Federación y la comprobación que mostrara en qué se aplicaron.

En el tercer informe de gobierno del expresidente Andrés Manuel López dio a conocer que en el año 2021 ya se había ejercido el 25 por ciento, Sin embargo, los números no cuadran.

En el informe señaló que en el primer semestre ser ejercieron 709 millones de pesos y después, en otro momento, confirmó que “en el primer semestre del año se han ejercido 12 mil 709 millones de pesos para la construcción del Tren Maya, lo que representó 35 por ciento de los recursos que se le asignaron para 2021”.

El desglose de lo gasta comprende: Estos recursos se otorgaron “para continuar la elaboración del proyecto ejecutivo, construcción de vía férrea, supervisión técnica, verificación de control de calidad, así como para realizar los estudios técnicos del tramo 5 Cancún–Tulum y del tramo 6 Tulum–Bacalar”, se indicó en el documento.

Se detalló que algunas de las obras que se realizaron en el primer semestre del año fueron avances en la edificación de la plataforma de vía, drenaje y pasos de fauna, así como pasos peatonales y para vehículos agrícolas en los tramos 1 Palenque–Escárcega; 2 Escárcega–Calkiní; 3 Calkiní–Izamal, y 4 Izamal–Cancún.

Es decir, el proyecto ejecutivo original nunca estuvo terminado o bien se cambió diametralmente durante los 18 meses que llevaba la obra.

El desglose no define cuánto se gasto en cada partida. Solamente enumero el total, sin ofrecer detalles de lo construido.

Detalles sueltos: se inició la producción de balasto y sub-balasto, así como la fabricación de durmientes, además que se adquirió la totalidad del riel, el cual está en proceso de acopio en el sitio.

En junio de 2021 se suscribió el contrato de adquisición del material rodante y sistemas ferroviarios.

“En la primera orden de trenes para el Tren Maya se contempla adquirir 42 unidades de pasajeros, que incluyen 31 trenes de servicios”.

Al presentar el paquete económico para 2022, la Secretaría de Hacienda modificó la solicitud de recursos para El Tren Maya.

La dependencia detalló en sus informes sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública que entre julio y septiembre se volvieron a incrementar los recursos a ejercer durante el 2022 en su construcción: ahora cuenta con 91,338.1 millones de pesos, monto que es 45% superior a los 62,942.1 millones de pesos que se asignaron en la Cámara de Diputados.

¿MALA PROYECCIÓN 

O LAS UÑAS LARGAS?

Originalmente se estimó que el costo del Tren Maya frisaría entre 120 y 150 mil millones de pesos. En los primeros tres años -2019-2020-2021- se habían asignado 150 mil millones, según los datos del PEF correspondiente a ese trienio.

En opinión de expertos en construcción, solamente existen tres razones para que los precios varíen de manera sorpresiva: A). – El proyecto ejecutivo no presupuestó prospectó correctamente; B) Sobreprecios y C). – sustracción de recursos.

Ninguno de los tres puntos ha sido aceptado por el gobierno de la República y sus voceros y responsables de la obra, Javier May durante tres años, justificó los costos por razones de temporalidad y escasez de materiales, como por ejemplo el balastro que se adquirió en Cuba.

El cierre total a la información sobre gastos comprobados, se confirmó cuando la Secretaría desapareció el monto total de inversión, que hasta junio era de 167,341. 6 millones de pesos, toda vez que, por los diversos ajustes realizados al proyecto, el costo total está en etapa de actualización.

En junio pasado, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) publicó el Programa Nacional Ferroviario 2022 en donde detalló que la inversión del Tren Maya, a cargo del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) es de 230,000 millones de pesos.

A pesar de las denuncias públicas de la intervención de “proveedores al vapor”, no se abrió hasta ahora ninguna investigación.

Los tres personajes que dirigieron de Fonatur que han estado al frente la obra durante el sexenio pasado y la última ratificada en el actual gobierno, Rogelio Jiménez Pons, Javier May y Lynda Quiroz Zavala, han concedido que en el mano de los recursos haya opacidad.

No obstante, bajo el decreto presidencial, es legalmente imposible obtener la información oficial.

De ahí que surja la duda y ante la evidencia, no comprobada con documentos, pero sí con números oficiales registrados en los paquetes económicos presentados por Hacienda durante los últimos seis años, se tema que la construcción y puesta en marcha del Tren Maya representa, es el robo del Siglo XXI.

 

PARA RECUEDRO

 

CIFRAS OFICIALES

 

2019: 80 mil millones 

2020: 32l

2021 38   

2022 62 

2023 143

2024 120

2025 41  

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444 mil millones (cifras ajustadas a miles)

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