Yo Campesino
•Presupuesto “responsable” con agujeros, metas difíciles y recortes en salud y educación
Miguel A. Rocha Valencia
Sin lugar a dudas uno de los factores positivos del paquete económico para 2025 será la reducción del déficit a casi el 60 por ciento del año que corre, pero las proyecciones de crecimiento se ven muy difíciles en tanto que se lamentan los recortes en salud y educación a cambio de incrementar el llamado gasto social donde las pensiones del bienestar se llevan cerca de 450 mil millones de pesos.
Difícil alcanzar el 3.7 por ciento de déficit frente a casi el siete por ciento del último año del ganso que obligará a pagar deuda anualizada de 1.4 billones de pesos e impactará en la reducción de recursos en diversas áreas lo cual hará difícil alcanzar más casi 140 mil nuevas plazas para la burocracia con todo y los incrementos en el IMSS-Bienestar y dependencias de nueva creación, ya que, además, se cerrarán otras de dependencias “suprimidas”.
Pero, además, el hecho de apostar por ingresos petroleros de casi 1.3 billones de pesos tampoco resulta muy apegado a la realidad con todo y que se recorten las participaciones a los estados, ya que en este momento Pemex tiene compromisos de pago a proveedores por 450 mil millones de pesos, está bajando su producción y por ende, las exportaciones, además de que se le proveerán recursos fiscales para cubrir adeudos inmediatos.
Las pérdidas acumuladas por la petrolera en este año suman 500 mil millones de pesos, es decir casi la mitad de lo que presumen pueda ingresar el año próximo. Difícil ¿verdad?
Es decir que sin dejar de reconocer las buenas intenciones del paquete fiscal donde incluso se proyecta una reducción de pago de deuda del 15 por ciento hacia 2026, lo cierto es que el daño ya se causó con la compra de votos al pueblo agradecido y se pagarán las consecuencias en el crecimiento por más inversión privada que llegue o se reinvierta.
Es por ello que frente al 2.3 o tres por ciento previsto en el paquete, diversas fuentes no le dan ni el dos por ciento. Ahí está el mismo Banco de México que proyecta un máximo de 1.2 por ciento lo mismo que la OCDE en tanto que el Banco Mundial le da dos por ciento, el BBVA apenas el uno por ciento al igual que la encuesta de Citibanamex.
Y que conste que en esos números no se incluyen factores como las reformas que le pegan al poder Judicial ni la desaparición de organismos autónomos especialmente las comisiones de competencia económica, energía y telecomunicaciones donde se cerrarán paneles de discusión con proyección internacional para dejar en manos del oficialismo las decisiones en torno a esos temas, máxime con los cambios realizados en Pemex y CFE.
Tampoco se cuenta la “resta” en credibilidad del Instituto Nacional Electoral ya en poder de Morena lo mismo que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y todas sus connotaciones político-electorales y su incidencia en procesos democráticos.
El INAI también juega papel preponderante por aquello de los compromisos internacionales relacionados a la transparencia de las administraciones públicas.
Se trata aquí sólo de proyecciones económico-financieras donde que dependen mucho de elementos exógenos como la credibilidad internacional que difícilmente se pude medir pero que anuncia una disminución a través de calificadoras como Moody´s que efectivamente no necesitó conocer el paquete fiscal 2025 para pasar su opinión a negativa basándose en hechos objetivos.
Ahora bien, de los ingresos fiscales prevén un aumento, pero no se entiende cómo lograrlo si eventualmente la economía sigue perdiendo dinámica.
Pero, además, nos hablan de un peso cercano a las 18 unidades por dólar, inflación del 3.5 y tasas de interés por abajo del nueve por ciento cuando las proyecciones reales son de 20 pesos por billete verde, los ajustes salariales al alza impedirán que baje inflación y lo mismo la disminución de tazas que abarata el dinero y propicia el gasto…
Por si fuera poco, lanzar 900 mil millones de pesos en programas sociales sin respaldo o justificación de alguna actividad económica, le va a pegar junto con la demagógica alza a los salarios mínimos (que ya alcanzaron o superaron a muchos contractuales) a un aumento a la inflación, de eso no hay duda es el abc de la economía.
Ahora sí que ya nada más falta la reforma fiscal que el ser que decidió ser nadie anunció y desmintió la presidenta, pero de que algo van a hacer para sacar dinero de las piedras, no hay duda.