En un futuro próximo, Rusia será capaz de producir unos 300 millones de toneladas de cereales, la mitad de todo el grano del mundo, destaca al portal ‘Nauchnaya Rossiya’ (‘Rusia Científica’) el académico ruso Bagrat Sandujadze. Esto se logrará con la ayuda del fitomejoramiento, precisa el analista.
¿Qué es el fitomejoramiento?
«El proceso de fitomejoramiento es una ciencia que se ocupa del desarrollo de nuevas variedades e híbridos de cultivos», aclara el especialista.
El proceso de mejora genética es la forma más económica de aumentar el rendimiento de las plantas cultivadas y su calidad, argumenta.
«Mientras que en la década de 1970 se consideraba que la influencia de la variedad de trigo y la agrotecnología en el rendimiento era de un 50%, en los últimos años la situación se ha inclinado hacia una influencia del 60% de la variedad y del 40% de los factores antropogénicos», continúa Sandujadze.
Al mismo tiempo, los costos de fitomejoramiento representan el 10% y la agrotecnología el 90%, indica el académico.
El rendimiento bruto de los granos desempeña un papel decisivo en la orientación del trabajo de selección en cualquier cultivo, agrega.
«El aumento de los rendimientos puede lograrse mediante transgresiones que, en mi opinión, sirven de perspectiva para nuestro trabajo de fitomejoramiento», señala.
El objetivo de la hibridación transgresiva es mejorar un único rasgo cuantitativo en la descendencia. La selección transgresiva artificial es la selección en generaciones divididas tras la hibridación de individuos transgresivos y su posterior estabilización genética. La gran mayoría de las nuevas variedades de plantas agrícolas se han desarrollado como resultado de la selección artificial.
El fitomejoramiento en Rusia se está evolucionando de forma que en 20 años produciremos no 130, sino 300 millones de toneladas de grano al año, explica Sandujadze.
¿Cuáles son las prioridades de los fitomejoradores?
«Hoy en día, la cuestión de la salud pública se plantea activamente a nivel gubernamental. Esto significa que deben utilizarse menos fertilizantes inorgánicos en el cultivo del trigo», aclara el analista.
De acuerdo con sus palabras, en lugar de estimulantes y reguladores del crecimiento del trigo, los agricultores podrían utilizar un sistema genético de tallo corto. Si se reduce la carga tecnogénica, puede reducirse el costo de la producción de cereales, agrega.
«Debe intentarse utilizar lo menos posible cualquier plaguicida o fungicida contra las enfermedades del trigo», enfatiza el experto.
Algunas variedades de trigo desarrolladas en el laboratorio de fitomejoramiento son fuertes y valiosas en términos de calidad del grano, revela el observador.
«Con su ayuda, se puede producir granos de segunda y tercera clase», añade.
De acuerdo con sus palabras, el fitomejoramiento del trigo con resistencia a las enfermedades también reduce la cantidad de pesticidas en los campos de trigo.
El papel de Rusia en el proceso de mejora genética del trigo
Rusia tiene gas y petróleo, pero estos recursos también se extraen en otros países, y hay mucha competencia en el mercado, subraya Sandujadze, al detallar que existe un ámbito en el que el gigante euroasiático no tiene rival.
«Rusia es el único país que puede aumentar la superficie cultivada», puntualiza.
En otros países ese terreno es cada vez menor, se está urbanizando, y Rusia, si es necesario, podría aprovechar 40 millones de hectáreas más.
«En nuestra zona las condiciones para obtener altos rendimientos de grano de calidad son óptimas», asegura el académico.
A medida que crece la población mundial, se necesitan cada vez más alimentos, y el alimento básico es el pan, explica el investigador. «Hoy obtenemos 120-130 millones de toneladas de grano, y cuando empecemos a producir 250-300 millones de toneladas, nuestro país producirá la mitad de todo el grano del mundo», concluye. Sputnik