¡A LO MERO MACHO…!!
Por Edmundo Cázarez C
El pasado martes, mi nieto Adrián y quien esto escribe, permanecíamos atentos en casa, siguiendo, paso a paso, los programas especiales de televisión, con motivo de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, pero también, la catastrófica y terrible situación que enfrenta nuestro querido México, ante un impune asesinato del Estado de Derecho por parte de los caníbales carroñeros, encarnados en la 4T.
De pronto, me llamó mucho la atención ver a mi nieto completamente triste, sus ojos no podían ocultar que se habían llenado de lágrimas, con voz entrecortada me dice: ¿Abuelo, cuánto tiempo le queda de vida a este planeta?
A lo Mero Macho, sus palabras me taladraron los oídos y me cimbró mi pecho, quedé frio, y qué digo frio… ¡helado!!, al escuchar las palabras de un jovencito que acababa de debutar a la mayoría de edad.
La mera verdad, para qué negarlo, por unos segundos me quedé atónito y reflexionando profundamente lo que acababa de escuchar, no por la preocupación que me exteriorizaba un chamaco que acababa de dejar la adolescencia para convertirse en un ciudadano, sino que, en su rostro, dibujaba una verdadera angustia y desesperación, denotaba que no lograba entender las incoherencias que estamos cometiendo “los hombres del nuevo mundo”
Una y otra vez, me decía: “¡Carajo!!, abuelo, la vida de este planeta, sin caer en el pesimismo, sus días están contados”
En cosa de segundos, se levanta rápidamente de su sillón y se dirige a la cocina, observo que va derechito al refrigerador, pensé que iba por un poco de agua para beber, pero regresa con dos pequeñas copas de vino tinto, el mismo que el pasado viernes, le habían obsequiado sus amigos como “premio”, por haber aprobado todos los exámenes de ingreso al Heroico Colegio Militar.
A paso lento, llega nuevamente hasta la pequeña sala y se sienta a mi lado, quien esto escribe, permanecía totalmente en silencio, tratando de encontrar las palabras adecuadas para devolverle la tranquilidad a mi querido nieto.
Me abraza y me da un beso en la frente y exclama: “Abuelo, que dichoso eres por haber vivido en un México, en donde, a lo mero macho, robándome tu frase, la gente no se odiaba tanto entre sí, tal y como sucede ahora. Tú sabes que me gusta investigar y he leído que, antes, a los presidentes de la República como lo fueron Lázaro Cárdenas, Miguel Alemán y don Adolfo López Mateos, la gente, de verdad, los quería y hasta los respetaba. Corrían por ir abrazarlos y saludarlos y no eran “acarreados” Hoy, el propio presidente López Obrador, que acaba de entregarle el poder a la primera mujer que ocupa esa responsabilidad, Claudia Sheinbaum, se esforzó por inyectarle veneno a cada ciudadano de frontera a frontera y de costa a costa… ¡Todo México quedó envenenado de un odio desmedido hacia sus semejantes!!”
¡Puff!!, para qué negarlo, cada palabra que salía del ronco pecho de Adrián me sacudía tremendamente. No cabe duda que, este jovencito, que muy pronto habrá de quedar encuadrado dentro de las filas castrenses como Cadete de este prestigiado e histórico plantel educativo, me provocaron un vuelco en todo mi ser.
Simplemente, degustando la pequeña copa de vino que me había traído, le pregunté… ¿A que viene todo esto? Sin dejar de observarme fijamente, argumenta: “Hace unos cuántos días, en internet, vi que unos científicos franceses, australianos y americanos, habían coincidido que el planeta habrá de sufrir un enorme cataclismo… ¡Y no son jaladas!!, abuelo. Sino que, el propio sistema planetario tiene sus ciclos. Lo que sucedió con la caída de un enorme meteorito en Yucatán y provocó la extinción de los dinosaurios, pues algo así, volverá a ocurrir, pero ahora, se deberá a conflictos bélicos entre los mismos seres humanos, que, al utilizar armas nucleares, la vida del planeta desaparecerá… y no estoy hablando de fantasías”
Tratando de tranquilizarlo, le dije que ya dejara de ver sus series en las diferentes plataformas, y vaya, que, en sus ratos libres, se pone a escanear Netflix, Prime Video y las que encuentra a su alcance.
Pero, lo que más me llamó la atención, apagando la pantalla para concentrar la atención en su charla, fue cuando me dijo: “Cuando Jesús estuvo en este mundo terrenal, sus apóstoles lo cuestionaron ¿Cuándo será el fin del mundo?, y él, -Jesús-, les dijo: palabras más, palabras menos ¡Tengan mucho cuidado que nadie los engañe, vendrán algunos que se harán pasar como los nuevos “Mesías” y desatarán terribles guerras en el mundo entero y… ¡eso, es necesario que suceda!! Se enfrentarán naciones contra naciones, habrá hambres y terremotos por todas partes y al sentirse abandonados, muchos se apartarán de la fe. Sí abuelo, unos a otros se traicionarán y se odiarán. Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará y la vida del planeta se extinguirá”
Haciendo una pequeña pausa, agregaba. “Créeme abuelo, no entiendo cómo es posible que los propios senadores y diputados de Morena, estén obsesionados con matar al México legal que ha costado mucho trabajo edificar, ¿que si hay mucha corrupción? …” Hasta en tiempos de Jesús, existió con Judas la corrupción… ¡y hasta lo traicionó!!
A ver Adrián ¿A dónde quieres llegar? -le pregunté- con total calma me dice: “Es que no se vale, ya desaparecieron el Estado de Derecho” México regresa a la época de las cavernas… ¡las leyes ya valen madre!! La propia presidenta Sheinbaum dio muestras de una completa inmadurez política y un total desconocimiento de las leyes que rigen nuestra Constitución. ¡Le valió madre!!, lo que una jueza dictó para parar la “dichosa Reforma al Poder Judicial. Yo no sé de leyes, pero sí, entiendo lo que significa un “desacato” judicial. Al entrar en vigor su famosa Reforma al Poder Judicial, harán lo que se les venga en gana y nadie, lo que se llama nadie, podrá oponerse a la voluntad de la reina encargada de Palacio Nacional. Con este gobierno, apéndice de lo que dejó López Obrador… ¡En México, vamos del miedo al pavor!!
Por último, antes de irnos a dormir, todavía me dice: “Recuerda abuelo, con la llegada de Donald Trump nuevamente a la Casa Blanca… ¡las puertas del infierno han sido abiertas!!” Al dejarlo en la puerta de su habitación, me despide con un tierno beso en la frente y agrega: “Te aseguro que, dentro de un año, habremos de ver cosas horribles y peores de las que se filman en una película de terror de Steven Spielberg, que tanto nos gustan. ¡Hasta mañana, abue!!”
Mi muy estimado lector de MISION POLITICA, esto fue lo que me sucedió con mi nieto y que no me ha dejado de dar vueltas y vueltas en la cabeza.
Eso es todo por hoy, y como siempre… ¡SALUDOS CORDIALES!!