Los países de la Unión Europea (UE) podrían sufrir interrupciones en el suministro de gas en los meses de invierno boreal, informa ‘Financial Times’. Entre las razones, varios analíticos y comerciantes destacan el cese del tránsito de combustible por Ucrania, el aumento de los precios del gas natural licuado (GNL) y la escalada en Oriente Medio.
«Por el momento, las instalaciones europeas de almacenamiento de gas están llenas y el balance invernal de gas parece en orden. Pero podría pasar cualquier cosa. Todo lo que se necesita son algunas interrupciones en el suministro y las cosas podrían salir terriblemente mal», indica la publicación citando a un comerciante.
Algunos de los riesgos, según el Financial Times, están relacionados con el limitado suministro de GNL en los mercados mundiales. Como señala el periódico, esto significa que Europa tendrá que competir por el combustible con Asia y los precios del GNL subirán aún más. El gas natural licuado representa actualmente el 34% del mercado europeo, frente al 20% que había antes de la imposición de sanciones tras el inicio del conflicto en Ucrania contra los recursos energéticos rusos.
El mercado tiene en cuenta que este invierno boreal será «normal» en comparación con los inviernos anormalmente cálidos de 2022 y 2023, señala socio de la empresa de inteligencia comercial y de investigación energética Rystad Energy, Sindre Knutsson. En su opinión, esto en sí mismo aumentará la demanda de combustible en comparación con estaciones anteriores.
Las tensiones en Oriente Medio también son motivo de preocupación: si la escalada provoca el cierre del estrecho de Ormuz, pondría en peligro el 20% del suministro mundial de gas natural licuado, destaca el diario.
«En última instancia, creo que no se trata tanto de un riesgo de volumen —por ejemplo, que se vaya la luz por escasez de gas— como de un riesgo de precio. Es una cuestión de cuánto tenemos que pagar por ese GNL», afirma el director de la consultora Baringa, Peter Thompson.
Otro riesgo es el hecho de que el contrato de tránsito de gas entre Ucrania y Rusia expira este año, agrega el periódico. Al mismo tiempo, solo el 5% de las importaciones anuales de combustible de la UE pasan por Ucrania. Además, es posible que los países europeos también necesiten exportar gas a Ucrania, ya que el país puede necesitar ayuda debido a los daños sufridos por la infraestructura energética.
En mayo de 2023, Kiev decidió mantener el tránsito de gas ruso para no perder ingresos y porque los partidarios de Ucrania en Europa siguen dependiendo de los suministros del país euroasiático. Desde mayo de 2022, Kiev ha restringido el tránsito de combustible ruso a través de la estación de Sojránovka en el territorio de la república popular de Lugansk, que se incorporó a Rusia por un referendo en septiembre de 2022.
Por lo tanto, solamente una entrada, la estación de medición de gas de Sudzha, permanece disponible para el tránsito de combustible a Europa. A su vez, Gazprom declaró que es imposible trasladar todos los suministros a Sudzha desde el punto de vista tecnológico y que la empresa cumple con todas sus obligaciones ante los consumidores europeos, pagando por todos los servicios de tránsito.
Tras la caída de los suministros, la ucraniana Naftogaz presentó una solicitud de arbitraje contra Gazprom en la Corte Internacional de Arbitraje, exigiendo el pago de los servicios no prestados en virtud del contrato de tránsito de gas de 30 de diciembre de 2019.
A finales de octubre, el presidente ruso, Vladímir Putin, comentó que su país no rechaza el suministro de gas a los consumidores de Europa. El mandatario agregó que Rusia aún suministra combustible a través de Ucrania, pero el contrato finaliza en diciembre de este año, y Kiev no toma medidas para prorrogarlo. Sputnik