Las elecciones de hoy en Estados Unidos mantienen la atención global, porque los aspirantes a ocupar la Casa Blanca tienen dos visiones de país y ello propicia incertidumbre. Donald Trump pretende que la OTAN solamente apoye bélicamente a los países que cubran sus cuotas y Kamala Harris la considera indispensable para mantener la frágil paz en las naciones que la confirman. El republicano confirma la opción de cancelar el T-MEC, en tanto la demócrata impulsaría la cooperación trilateral mientras se respete el contenido del acuerdo. La migración es para Trump un “riesgo de seguridad nacional” y para Harris un dolor de cabeza al que no le encuentra respuesta.
Ambos tienen conceptos diferentes en cuanto a las dos guerras: Israel contra Palestina y Rusia por su invasión a Ucrania. Harris defiende el derecho de Tel Aviv y Trump propone reducir los apoyos económicos.
Una de las causas que sorprende al mundo occidental y a la mayoría de países con vocación democrática, es la laxidad de la justicia estadounidense.
Donald Trump ha sido acusado y enfrenta 17 juicios. Unos por temas meramente personales, otros por evasión fiscal y el más significativo: haber impulsado la toma del Capitolio el 6 de enero de 2020, evento considerado como un “intento de golpe de estado”, algo no registrado en la historia independiente de Estados Unidos.
¿Cómo alguien que viola la Constitución de manera inadmisible puede ser candidato y después presidente?, se preguntan los expertos en justicia y derecho.
Harris, quien fuera fiscal, tomó la bandera de los delitos cometidos por su adversario y lo exhibió públicamente por su desfachatez. Sin embargo, los procesos penales y administrativos que pesan en su contra, existen millones de estadounidenses que lo apoyan.
Y las encuestas publicadas el fin de semana, muestran lo cerrado de las preferencias electorales pero aún le dan ventaja al republicano.
DE LAS PROPUESTAS
DE CAMPAÑA
Si bien en busca de la candidatura primero y después de la Presidencia, el republicano no presentó propuestas nuevas, la demócrata inició con la misma posición del presidente Biden y retomó y defendió ampliamente sus decisiones.
Los analistas estadounidenses estimaron que Harris tendría necesidad de mostrar su propio rostro, su proyecto de gobierno por lo que modificó su discurso y se acercó a problemas reales que generan conflicto social: aborto, discriminación, servicio de salud, créditos estudiantiles, vivienda con rentas controladas, control de la inflación, refinanciación federal para los cuerpos policíacos estatales, generación de empleos y proteccionismo comercial.
Trump ratificó que el muro a lo largo de 3 mil kilómetros de frontera entre México y Estados Unidos, continuará su construcción hasta no dejar hueco por donde puedan ingresar ilegales y la estricta vigilancia por parte de autoridades estadounidenses sería reforzada por ambos candidatos.
El republicano confirmó que impondrá aranceles hasta de 60% a las importaciones chinas y toda la infraestructura del gigante asiático ubicada en la Unión Americana. Romperá las limitaciones para el uso de combustibles fósiles que generan gases invernadero y Harris cambió de parecer respecto al uso del tracking para extraer gas natural.
En lo que se encuentra coincidencia es en el sector salud: hay que reforzar los programas y otorgar prestaciones a quienes requieran ser atendidos.
CERRADA ELECCIÓN;
TRUMP, SORPRENDIDO
Después del primer y único debate que se realizó entre el republicano y el demócrata Joe Biden y en el que salió excesivamente raspado el huésped de la Casa Blanca, surgieron las voces de congresistas, gobernadores y analistas solicitando su retiro y afloró el nombre de Kamala Harris, pero también el de Michelle Obama, a quien le reconocen talento, presencia y prestigio.
Sin embargo, Biden empujó a Harris hasta convencer a los delegados durante la Convención del Partido Demócrata, celebrada en Chicago.
El crecimiento de la vicepresidenta no se hizo esperar y la muestra de ello es que se convirtió, hasta ahora en la precandidata que mayor recaudación captó.
En los primeros días de campaña, el discurso de Harris no pareció convencer. Sin embargo, con el correr de los días, modificó conceptos, proyectos y puso a Trump contra la pared al recordarle que como fiscal que fue, sabe perfectamente bien qué clase de delitos cometió y por los que se encuentra bajo proceso en diversos tribunales federales.
Mientras Trump perdió puntos en las encuestas, Harris subió. Sin confirmar, pero es tema de “campaña”, el atentado en contra del republicano lo revivió políticamente pero el efecto no duró más allá de dos semanas.
Hoy, martes 5, es el supermartes para la elección. Y conforme se realizaron los cierres en los estados clave, Harris logró Michigan y Nevada mientras Trump se afianzó en Georgia, Arizona, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin. La diferencia es mínima y la posibilidad de, triunfo de la demócrata está a la vuelta de esta tarde.
¿CÓMO LE IRÁ
A MÉXICO?
Dos temas son vitales para ambos aspirantes a la Casa Blanca: T-MEC y combate a las drogas.
Trump ha sido enemigo acérrimo de los criminales -por lo menos en el discurso- y durante la campaña ratificó su idea personal: declararlos terroristas y con la ley antiterrorismo promulgada pro George W. Bush con motivo del ataque a las Torres Gemelas, el gobierno estadounidense, el Pentágono con precisión, tiene la capacidad legal de “invadir” países para aprehender a todos aquellos que encuadren en la definición.
El republicano no ha podido convencer a los suficientes congresistas para que lo apoyen en su propuesta y, sin embargo, sí ha logrado que por lo menos una docena de senadores y otro tanto de representantes, se manifiesten en su favor.
La aprehensión de Isma<el Zambada El Mayo, puso en el radar de la DEA a un importante número de criminales, sobre todo del cártel de Sinaloa, por ser los mayores exportadores ilegales de fentanilo. Pero también están líderes y jefes de plaza del CJNG.
Harris también se pronunciado por tener mayor información sobre las actividades criminales de los mexicanos dedicados al narcotráfico, y ha dejado entrever que trabajaría con México ampliamente para contener y encarcelar a quienes producen drogas sintéticas, en especial fentanilo, y cocaína.
Durante la campaña, también Harris y Trump abordaron el tema comercial y sin coincidencias plenas sí abonan por una revisión exhaustiva en el cumplimiento del acuerdo trilateral que deberá revisarse en los primeros meses de 2026.
México, por decreto, impidió la importación de maíz transgénico, decisión contraria al espíritu y la letra del T-MEC y el anuncio del nuevo responsable de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. Julio Berdegué en el sentido de que se incorporará a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos la prohibición, levantó cejas en Washington y entre los candidatos.
En el pasado, cuando Trump presidió Estados Unidos, declaró su intención de cancelar el TLCAN “porque es el peor tratado comercial que ha firmado el país”. La revisión llevada a cabo en 2018 contó con la participación del nuevo gobierno mexicano y se resolvieron algunos problemas en materia de energéticos, pero no se fijó postura para el maíz amarillo.
En el tema de la migración, el republicano insiste en terminar de construir el muro, en dotar de armas a los rancheros, castigar a quienes contraten a ilegales y negar el asilo político o causas humanitarias, a quienes lleguen de países como Venezuela, Colombia, Cuba y de Centroamérica.
Recién aprobada la creación de la Guardia Nacional, obligó al gobierno de México a “colocar un muro humano” en la frontera con Guatemala, para lo cual la corporación destinó 18 mil elementos.
Harris contempla fortalecer la vigilancia en la frontera con México, dotar de nuevos instrumentos cibernéticos a la patrulla fronteriza y a las autoridades que analizan las peticiones de asilo.
Las posibilidades a la vista:
1.- Si ganara Trump y México no accediera a impedir el asentamiento de empresas chinas, cumpliría su promesa de imponer aranceles a las exportaciones mexicanas, como amenazó recién iniciaba el gobierno del presidente Andrés Manuel López;
2.- Exigiría control absoluto en el paso de migrantes bajo el argumento de que México envía “criminales, violadores y narcotraficantes”. Una repetición de sus discursos durante 2016.
3.- “Tomaré la orden ejecutiva de Biden que ordena al gobierno federal atacar a la industria de las armas de fuego, y la haré trizas y la tiraré a la basura el primer día”,
En el caso de Harris:
1.- Revisará a profundidad el T-MEC -como senadora se opuso al TLECAN- y haría cumplir lo firmado.
2.- Como candidata ha variado su posición sobre el control fronterizo desde su campaña de 2020, cuando sugirió que los demócratas necesitaban “examinar críticamente” el papel del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), después de que se le preguntara si estaba del lado de quienes en el partido abogan por abolir el departamento
3.- Apretaría las tuercas de la lucha contra el narcotráfico.
Por ello, por todo lo escrito, la elección de este día podría cambiar el rumbo de Estados Unidos en materia bélica, en el trato a los migrantes, en las relaciones político-diplomáticas y en la geopolítica. Las zonas de dominio con sus aliados, están contaminándose con la presencia de presidentes que se encuentran en la lista de acusados por la Corte de Justicia Internacional.
Se sabe, porque así lo ha confesado en público, que Trump no aceptaría la derrota.
La amenaza de un nuevo 6 de enero, está latente.